En Segunda División no hay partido tranquilo. Ninguno. Pero cada lunes uno mira LA VOZ y puede ver las distancias con los cuatro de abajo. Benditas cuentas cuando el Almería no está en el pozo. Pero estamos.

Tengo claro que en la medida que haya cuatro equipos en descenso a cierta distancia, el Almería irá creciendo y empezará a mirar hacia arriba: que también tenemos derecho. Lo digo ahora que estamos en el pozo.

Mirar al que va justo delante para pasarlo y seguir creciendo como equipo y recuperando efectivos para el tramo decisivo de la temporada. No hay más cuentas que hacer.

Lucas Alcaraz ha puesto a competir al Almería y se le ve cada día más sólido, pero no podemos olvidar el terreno que pisamos para no caer en la tentación.

Decía Francisco el año de su debut en Primera División que las cuentas del Almería eran: “tener a cuatro equipos detrás para mantener la Primera” y con esa filosofía salvó la categoría y 20 millones de euros de una tacada.

Hoy somos de Segunda División y aplicando el método de Francisco nos irá bien ya que salvar la Liga Profesional es el mandamiento principal de este club.

Nadie le pide a Lucas Alcaraz otra cosa que la permanencia y en la medida que los de abajo no reaccionen se podrá mirar a los que sueñan con la Primera División.

Ese año tranquilo que todos pedimos empieza con cuatro equipos en descenso y el Almería quinto por abajo. Sin confianzas y mirando al que va delante nos irá mejor.

Hoy solo por coeficiente el Almería es uno de los cuatro peores de la competición. Toca mejorar.

Francisco nos dio las claves del éxito.