El fútbol es el deporte rey, entre otras razones, porque da y quita sin reglas fijas. Hace una semana la hinchada rojiblanca disfrutaba con el triunfo de su equipo después de que René detuviera una pena máxima en el descuento.
El sábado la historia se repitió pero en esta ocasión sin final feliz. En el minuto 90 el árbitro señala penalti por derribo a Fidel. El meta visitante lo para y se llega al final del encuentro con sabor amargo para el almeriensismo.

La jugada tuvo como protagonista a Verza, uno de los mejores jugadores del partido. En ella se puso de manifiesto lo cruel que puede ser el fútbol con uno de sus protagonistas. El volante había marcado gol al rematar de cabeza el gran servicio de Gaspar, no lo dio por válido el árbitro y el penalti consiguiente con el mismo protagonista acabó con las esperanzas rojiblancas de triunfo.

Desde la llegada de Lucas Alcaraz el almería es un equipo perfectamente identificable, con las ideas muy claras y sabiendo a lo que juega. en definitiva es un conjunto con el sello de autor del técnico granadino

El buen trabajo del entrenador rojiblanco presenta dos lagunas. La primera afecta a una ausencia injustificada, la del exterior Gaspar, uno de los mejores jugadores del equipo en la primera vuelta. La segunda, probablemente la más grave y la que más esté penando al equipo, es que pese a que está viendo que no le sale bien sigue insistiendo en hacer la prueba del nueve. La solución es jugar sin ariete específico, un papel que un jugador como el extremo Fidel demostró el pasado sábado que puede desempeñar a satisfacción.