Resbalón navideño
El Almería careció de chispa
El peor partido desde que llegó Lucas Alcaraz. Es la conclusión clara después de caer en Santo Domingo con goles de Albert Dorca y Jonathan Pereira. Sí se compitió, que es lo mínimo que se exige en Segunda, pero si a los 35 segundo el marcador ya va en contra, es que algo falló. Los primeros minutos del Alcorcón-Almería fueron de desconexión total, de falta de intensidad en las disputas y en el despeje. Si los amarillos pensaban que les esperaba un rival rocoso, muy pronto se dieron cuenta de que era el día para ganar con relativa solvencia. Ese Almería férreo, con las líneas juntas y respirando en la espalda del rival no existió ayer noche.
No sirven como excusas las bajas. Eran las mismas de las que nadie se acordó tras vencer al Córdoba. Hasta el descanso no era cuestión de piezas, sino de equipo, y es ahí donde no apareció el sello de Lucas Alcaraz. El hombre referencia, entre continuos resbalones, tuvo en sus botas el 1-1 tras un saque de esquina botado por Rubén. Nada más se supo del ataque.
A la vuelta de vestuarios el míster tenía que mover ficha porque el equipo no respondía. Quitó a Mandi para dar entrada al ‘profesor’ Verza. Sin embargo, el Alcorcón siempre manejó los tiempos del encuentro con Jonathan Pereira en estado de gracia, un auténtico quebradero de cabeza para los centrales. Precisamente, el técnico retiró a Owona por tener tarjeta y metió a Trujillo.
Esta vez no hubo rayo de luz ni atisbo de reacción en el conjunto almeriense. Lo más peligroso en el segundo acto fue un disparo de Muñoz que Casto envió a córner. Tampoco tuvo más el Alcorcón, pero sí las suficientes como para sentenciar y no sufrir. Jonathan Pereira, tras un resbalón -uno más-, en este caso de Morcillo, llegó hasta el área y disparó batiendo a René. Se acababa el partido. Punto y final a la historia.
El Almería se va de vacaciones con 22 puntos, a dos del descenso, pero con muchos deberes por hacer. La regularidad es clave en la categoría y hasta la fecha los almerienses no han sido capaces de encadenar dos triunfos consecutivos. La mano de Lucas se ha notado, levantando y sacando a un vestuario hundido del pozo, pero ahora toca lo más difícil, que es mantenerlo. También se abre el mercado de fichajes y el Almería tiene puestos donde tiene y debe mejorar.
En Alcorcón no volvieron los viejos fantasmas, sino que el equipo entró frío al partido y cuando quiso enchufarse ya era demasiado tarde. Ni Pozo, ni un disparo lejano de Rubén. El peor día para el Almería con Lucas Alcaraz.