Verza ha vuelto, pero habrá que esperar para verle otra vez en el campo. El centrocampista fue titular después de un mes a causa de una lesión en el abductor, y justo cuando se reencontraba a sí mismo, recayó. Lucas Alcaraz quiere que el oriolano sea al canalizador del fútbol rojiblanco, y aunque empezó con algunos problemas en los controles, algo normal cuando llevas tanto tiempo fuera, poco a poco se fue haciendo dueño de la medular. No solo Verza destruye, sino que crea y es la prolongación del entrenador en el terreno de juego. La imagen en el Mini Estadi con el jugador tumbado con las manos en la cabeza eran el más claro ejemplo de que volvía a lesionarse en el peor momento.

Feliz a medias
Tras el empate en Barcelona, Verza habló para la Cadena SER y no quiso acaparar el protagonismo: “No sé yo si ha sido mi mejor partido de la temporada”, analizaba. Notó que el equipo no se rindió y reaccionó de la mejor forma: “Después del gol de Lozano lo pasamos mal, pero después fuimos a por el empate y lo logramos”.

Gaspar
Terminó agotado echando una mano a Nano en el trabajo defensivo. El salto de Tercera a Segunda le pasó factura en los primeros encuentros con Luis Miguel Ramis, aunque se ha ido ganando el sitio en el once desbancando a un peso pesado como Fidel. El margen de mejora de extremo izquierdo es enorme. Lo mismo sucede con Lucien Owona, rápido con el Choco Lozano excepto en la jugada de gol, porque la defensa deja demasiado tiempo al delantero para acomodarse el balón y chutar a puerta.
Verza es el nuevo líder del Almería y hasta Lucas reconocía en rueda de prensa que es un jugador importantísimo. Gaspar se supera cada jornada y Alcaraz se siente más cómodo. Este equipo empieza a levantarse.