Ha llegado Lucas Alcaraz y la plantilla ha empezado de cero. Se nota en los entrenamientos, que empiezan con media hora o cuarenta minutos de vídeo para estudiar diferentes aspectos del juego, tanto propios como del rival, en este caso, el Barcelona B. Es imposible cambiar de la noche a la mañana, porque el libro del míster granadino es diferente al de Luis Miguel Ramis. Por ello, es clave ir paso a paso y que los jugadores vayan captando las ideas. Por este motivo, Lucas suele tener mucho diálogo con el grupo antes, durante y después de cada ejercicio. Ayer el entrenamiento se inició con varios circuitos físicos antes de pasar a la táctica, centrándose en las llegadas a puerta y los contragolpes. El Almería debe ser un equipo dinámico, con movilidad, líneas muy juntas y veloz a la hora de mover el balón. La base es crecer desde la portería a cero.