Ramis pasará como tantos entrenadores y los futbolistas se irán de rositas pase lo que pare esta temporada pero el único a día de hoy que no tiene recambio y tiene las soluciones es Alfonso García.

Le pueden pitar y pedir explicaciones pero que nos dure muchos años porque no hay nada después de él en la entidad rojiblanca. Nada ni nadie.

Se le puede acusar de todo en la misma medida que sabemos que es él quien cada año salva el proyecto. Esto es suyo y que nos dure muchos años porque sin él no hay Almería.

Seguro que se equivoca, como todos, y los aficionados esperaban que le cortara la cabeza a Ramis pero no estaba en el guión y le ha frenado Miguel Corona que lo conoce muy bien.

El único que no tiene recambio en el Almería es el presidente por muchos pañuelos al viento que saquen los aficionados. Si estamos aquí es por él y cuando tiene que dar un paso importante: lo da.

Yo creo en Alfonso Garía y lo escribo cada día en LA VOZ. Le duele el club (es suyo) y lo intenta cada año pero no le salen las cosas. Todos aplaudimos sus 6 fichajes top y ninguno, ninguno, da la talla.

Ramis dice que su cuerpo técnico “tiene huevos para sacar esto” y me pregunto si los tendrá para castigar a Mandi por buscar la quinta amarilla para no jugar en Albacete. Aquí es donde uno tiene que enseñar ‘las pelotas’ Míster. Mano dura y menos vaselina a sus muchachos. Elija entre general o cabo chusquero.

Dejemos a Ramis y cuidemos lo poco que nos queda en este Almería de hoy. Un presidente harto de hacer plantilla que no dan la talla. De firmar jugadores top que acaban siendo tip.

El plan B del presidente está perfectamente diseñado. No va a venir ningun entrenador de fuera al Almería. Va a poner a Fran Fernández y volverá a fichar en invierno. Lo tengo claro.

En Almería nos conocemos todos y sabemos que Alfonso García no mira hacia otro lado. Salvará la Liga Profesional porque Corona se lo garantiza y volverá a gastarse las perras para salvar el proyecto.

Alfonso no habla de “huevos” como su entrenador pero está hasta los idem de firmar y pagar para que la plantilla le ponga el estadio de sombrero a las primeras de cambio.