En un partido cargado de tensión en incertidumbre el Almería consiguió imponerse al Reus por la mínima y con ello lograr el objetivo de seguir siendo equipo de la Liga 1|2|3. Un triunfo que salva una mala temporada.
En esta oportunidad no hubo sorpresas en el once titular rojiblanco y salieron los de siempre, con la vuelta de Morcillo al eje de la defensa.
Tampoco por parte del conjunto visitante ya que formó con los más habituales en una clara demostración de intenciones de máxima competencia por parte del entrenador Natxo González.

Lluvia de ocasiones El Almería tardó bien poco, apenas tres minutos en tomar el mando del partido.
Aparece la pareja Fidel-Nano para romper el entramado defensivo visitante y percutir una y otra vez por su costado.
 Con el onubense como pasador y Nano como finalizador el cuadro local acosa el área visitante crena continuas acciones de peligro. Pero Quique en dos ocasiones, la segunda en el minuto 7 completamente solo a un metro de la linea de meta, y Pozo en otra, no son capaces de batir al Zamora de la categoría de plata.

Gol de Morcillo Hay que espewrar al minuto 15 para que el juego de ataque local se vea culminado por el éxito. Morcillo le gana la acción a su marcador y cabecea al fondo d ela red visitante un medido centro de Pozo.
A partir del gol cambia la decoración y el ritmo del partido. Conscientes de qu emantener el ritmo del primer cuarto era misión imposible, relentizan el juego. Defienden con orden, presionan bien la salida del balón del Reus y consiguen que Casto no tenga que intervenir.
Rondado la media hora otro gran servisio de Nano lo envía alto Pozo.
Este primer periodo se cierra con un clamoroso error del colegiado que no señala penalti en una acción en la que Ángel despeja con una zamorana en su área un centro de los almerienses.
En la segunda mitad cambia el dispositivo visitante que aumenta sus llegadas al área, pero el buen trabajo defensivo del conjunto local impidió que los catalanes llegaran a inquietar seriamente a Casto. Sólo dos sustos en el área almeriense, un balón que se encontró Miramón y envió a las manos de Casto y una mala cesión del meta que éste salvó con el pie. A la contra el Almería llevó mucho más peligro al área visitante, pero estaba claro que la ansiedad iba a jugar en contra de los delanteros almerienses que vieron como una y otra vez sus disparos salían ligeramente desviados, con lo que no llegó la sentencia.