Tuvo que marcharse en el mercado de invierno en busca de minutos. Álex Quintanilla firmó por el Almería en verano de 2016 como una apuesta de futuro, pero no terminó de cuajar con Fernando Soriano y en enero hizo las maletas para jugar en el Mirandés. El central ha repasado desde Anduva un partido muy especial, ya que se enfrentará a sus antiguos compañeros en una auténtica final: “El Almería es muy fuerte en casa, con una gran plantilla. Jugadores como Quique y Fidel marcan las diferencias. Va a ser un partido a cara de perro, donde habrá tensión”. Reconoce que la presión es para los rojiblancos, debido a que el Mirandés, colista, tiene pocas opciones de salvar la categoría.

Su pasado
Recuerda su paso por el Almería con cierta alegría, ya que pudo compartir vestuario con grandes futbolistas de los que aprendió mucho. Recordó Quintanilla que no esperaba ver al equipo sufriendo por segundo año consecutivo en el pozo de Segunda: “Es un club grande con unos objetivos distintos a los reales. Es complicado para ellos verse abajo y jugarán con la presión de tener que ganar en casa con su afición”.

En lo que respecto a su equipo, el Mirandés, Quintanilla es consciente de que la permanencia se les ha complicado demasiado, pero van a morir de pie y vienen al Mediterráneo a por todas: “Llevamos unas cuantas semanas viéndonos obligados a ganar y es nuestro día a día. Cada jornada es una eliminatoria y queremos pasar”. Álex Quintanilla, todo un caballero.

Sonido SER: Álex Quintanilla, central del Mirandés.