Hoy que llueven los elogios a Ximo Navarro por dos grandes partidos como central (Lugo y Huesca) se merece un reconocimiento el entrenador que más veces lo utilizó en esta posición: Pipo Gorosito.

Todos sabemos que Ximo Navarro enchufado no tiene rival y juegue donde juegue destaca, pero a veces hay que saber dar una palmadita a tiempo a los profesionales. Sacarlos del limbo. Motivarlos.

Parecía apartado del mundo en los últimos partidos con Soriano pasando del once titular al banquillo y del banquillo a la grada de forma preocupante. Les ha pasado a otros pero a Ximo, pretendido por equipos de Primera, no era nada normal.

Fran Fernández no es un entrenador del perfil que busca el presidente, pero sabe llevar un vestuario y eso es lo que está haciendo, aprendiendo de todos los que han dirigido a esta plantilla, incluido Pipo Gorosito.

A nadie se le caen los anillos por reconocer lo que vale. Hay que copiar lo bueno para mejorar y Fran Fernández se dio cuenta que Ximo, como Trujillo y Puertas, tienen alma rojiblanca. Menudo acierto.

Pipo Gorosito conocía bien las limitaciones de sus jugadores y exprimió en grado sumo al equipo. Puso a 5 jugadores atrás, taponó la sangría de goles y jugaba para sumar. Bonito o feo daba igual. Sumar era lo importante. Lo necesario.

Hoy estamos en Segunda División por la suma de Sergi, Rivera, Carrillo, Gorosito y Soriano. A cada uno su parte de culpa y de gloria.

A veces es bueno mirar atrás y Fran Fernández ha encontrado acomodo a Ximo Navarro donde mejor juega. Donde le puso Gorosito y allí se debe de quedar hasta el final de la temporada. Salvo que ahora Ramis decida lo contrario.