Unicaja espera a Teruel
Normalidad absoluta de Parres

Manuel Parres en plena puesta a punto.
Su modo de encarar las situaciones es sencillamente el pragmático, con una gran tranquilidad seguramente propia de un hombre muy experimentado. Lo ha ganado todo por partida doble o incluso triple en España, ha jugado en Europa así como en competición europea, que no es lo mismo, y ha sido internacional cosechando también éxitos. Entre su militancia en Teruel y su llegada a Almería mediaron dos temporadas, una en Bélgica y otra en Portugal, y con Unicaja sabía que realizaba el mejor regreso posible a la Superliga. Por todo ello, no pierde la compostura al ver que se aproxima el choque de máxima rivalidad de los últimos tiempos y que él ha vivido vestido de naranja y vestido de verde.
De hecho, se siente muy bien, ganando peso en los planes de Molducci y con las fuerzas intactas tras las vacaciones: “Todo el mundo las ha aprovechado muy bien, con la familia, desconectando un poquito y recargando las pilas”. Las suyas están a tope pese a que “han sido cortas, pero es lo que hay y ahora toca volver al trabajo”. Lo ha notado especialmente en la nueva toma de contacto para reanudar competición: “Los primeros días después de la semana de parón fueron lo que se llama ‘semana de carga’, combinada con trabajo explosivo, que hacía falta y que Enrique –De Haro, el preparador físico-, nos puso”. El cuerpo técnico decidió dar libres otros dos días “para celebrar la Nochevieja con la familia”.
También vinieron muy bien y la plantilla los agradeció, correspondiendo con unas ganas tremendas de ir a por todas: “Creo que estamos todos con la cabeza puesta en acabar esta primera vuelta, comenzar la segunda y encarar las aspiraciones al
próximo título, que es la Copa del Rey”. Eso será en febrero, así que hay margen para realizar una gran preparación, pero lo inmediato es lo que manda, y más si se trata de la visita de CV Teruel. Siempre hay algo especial, eso está claro, y Parres lo sabe desde los dos puntos de vista: “No es un partido cualquiera, es contra unos aspirantes al título, donde creo que la gente está más motivada que en otros partidos, hay ganas también de demostrar que un equipo le puede ganar al otro”.
A nadie, incluso desde la perspectiva desde fuera de la pista, se le escapa que “siempre es algo que motiva, jugar contra Teruel”. Pero no va más allá de eso para el bravo central blanquiverde, que ganó todo con los turolenses en dos años y que hizo lo propio con Unicaja en una sola temporada. La Supercopa y un partido de la fase regular no son comparables: “Mirarlo desde el lado de la revancha no es la mejor manera; es el último partido de la primera vuelta de la fase regular de la liga, no tiene nada que ver, no nos estamos jugando ningún título, simplemente está ahí el orgullo de cada equipo y demostrar que el uno está por encima del otro, y como no, conseguir la victoria, pero no podemos hablar de revancha”.
Incluso se puede ir un poco más allá en la ‘normalización’ del encuentro, que sí puede suponer que Unicaja Almería, ya matemáticamente ‘campeón de invierno’, cierre una primera vuelta perfecta sin derrotas: “Es una cosa que quizás al grupo puede ayudarle, eso de que no hemos perdido y querer mantener la racha, pero al final eso tampoco importa mucho para el título”. Tiene razón Parres cuando recuerda que “no te garantiza nada”, y por ello es mejor pensar en la planificación hacia el próximo entorchado: “Nosotros lo que tenemos que hacer es trabajar todo este periodo que queda para la Copa del Rey para llegar de la mejor forma posible a jugar ese título y también los momentos importantes de la liga”.
El pabellón estará precioso, con un gran ambiente después del día de los Reyes Magos. Todo será propicio para vivir un gran momento de voleibol, y si se pierde, no pasa nada: “Acabar invictos es algo secundario”. Los suyos son los grandes objetivos, y para Unicaja hay dos que podrían hacer redonda la cuenta de títulos en relación a los años de historia del club. Si se ganaran Copa y Superliga serían 30 entorchados en 30 años, una proporción magnífica al alcance de muy pocos clubes españoles de cualquier deporte. Será muy complicado y Manuel Parres lo tiene presente. Ante ello pone la fuerza del grupo blanquiverde, que otorga una gran competitividad, como se verá por primera vez en 2017 ante Teruel.
El ilicitano está siendo un seguro de vida para el vigente campeón, con especial incidencia en el ataque, donde arroja unos números que lo sitúan en el grupo de cabeza de los centrales de la Superliga. Ha hecho 35 bloqueos en los 26 sets que ha disputado, doce de ellos puntos, y su saque está siendo de mucha incidencia positiva para el juego ahorrador al causar serios problemas en la recepción rival. A las cifras, muy buenas y en claro sentido ascendente, añade las sensaciones y el elevado nivel de los entrenamientos, la base sobre la que se erigen los éxitos del equipo y que todos reconocen como la clave. Su aportación, como se puede ver, es mucha y variada, siempre ligada a la citada experiencia.