No era un partido fácil. Unicaja Almería volvía a la Superliga después de perder el primer título de la temporada en Teruel, la Supercopa, en un tie break donde la ventaja de 1-6 acercaba más que nunca un nuevo trofeo a las vitrinas del club ahorrador. El palo fue duro, tanto que Juvasa llegó a disponer de ventajas de hasta seis puntos en la primera manga, donde se notó el cansancio mental en los hombres de Piero Molducci. El duelo tuvo claro color verde en cuanto la maquinaria local empezó a funcionar, con Alexander Alemao tomando las riendas del ataque.

Dudas
Juvasa se lo empezó a creer con el 5-10 en la primera manga. Unicaja no tenía las ideas claras y el cuarto clasificado de la competición no iba a regalar nada. Molducci se vio obligado a pedir tiempo muerto para hacer reaccionar a sus jugadores. Y lo hicieron. Alemao fue calentando el brazo izquierdo para hacerse con el mando del ataque, partiendo de un buen servicio, que hacía daño al rival. Remontó el líder y se adjudicó el primer parcial 25-23.
La segunda manga estuvo dominada de principio a fin por Unicaja. Sin desplegar un voleibol fluido como en semanas anteriores, las rotaciones en saque de Alemao complicaban la vida a Juvasa, que nunca tuvo opciones de meterse en la pelea. Piero Molducci quitó a Israel Rodríguez y dio entrada a Mario Ferrera, que cuajó un gran partido. 25-18 a favor de Unicaja.

Sentencia 
Con 2-0 a favor, Juvasa bajó los brazos y Unicaja no se despistó. Con el paso de los puntos las diferencias aumentaban a favor del mejor equipo de la Superliga y el choque quedó sentenciado con el 25-17 en la tercera manga. Alemao fue el máximo anotador (13 puntos), del cuadro almeriense. Unicaja olvidó las penas de la Supercopa con un triunfo muy claro frente a Juvasa.