La vuelta de D. Adolfo

  • Raquel Ramos
  • 24.04.2023

Estimado Sr.: La limpieza que se hizo en su momento con el obispo emérito fue insuficiente. El desfalco no sólo fue económico, sino también moral, y no solo sexual sino también humano y religioso. Desde Roma, con la excusa de una deuda millonaria del Obispo se ha querido tapar la degradación moral perpetrada por D. Adolfo. Moral social y religiosa. Social, situándose a la derecha de la vieja derecha con modelos de conducta personal y religiosa propios del Antiguo Régimen. Religiosa, haciendo como el rey emérito, por un lado dando limosna a los pobres y por otro deshaciendo los ahorros de Don Rosendo en obras llenas de lujo y ostentación. Y todo por no estar de acuerdo con su nombramiento de Almería. Porque no quería venir a esta tierra de mocos y esparto. Hasta que vio los ceros de las cuentas del Obispado. Entonces hizo oídos sordos de los contrainformes. Y lo mismo hizo la CEE y el Papa Benedicto (como iba a querer a Juan Pablo II?) Y, hubo sacerdotes, algunos ya fallecidos, que los quisieron presentar. Y no lo permitió. M. Martinez