La noche ya había dejado caer su telón sobre Abla cuando, a las 22:05 del lunes 1 de diciembre, el silencio se quebró de golpe. Una llamada al 112 de Emergencias de Andalucía alertaba de que la segunda planta de una vivienda a la entrada del núcleo urbano, estaba ardiendo. La calle Adolfo Martínez por una hilera de 14 dúplex adosados se convirtió en una estampa vibrante de luces, sirenas y puertas abriéndose con más prisa que palabras.

Al recibir la alarma, los bomberos apostados en Gérgal y la Guardia Civil se movilizaron de inmediato. La imagen que encontraron era la de un fuego en la parte alta del inmueble, lanzando llamaradas en una de las habitaciones que se hacían visibles a través del balcón de la fachada.

En un bloque tan compacto, ese era el verdadero temor: que el fuego encontrara continuidad. Fuentes oficiales confirman a LA VOZ que no hubo heridos, y que los daños fueron exclusivamente materiales.

Aun así, la tensión se mantuvo viva durante unas horas, el tiempo que necesitaron los bomberos para dominar por completo las llamas y evitar que el incendio saltara a las viviendas colindantes.

Las causas del incendio no han trascendido. La Guardia Civil abría una investigación para esclarecer qué originó el fuego. Entre los vecinos, sin embargo, las hipótesis circulan. Algunos testigos señalan a este periódico que podría haberse producido por una estufa, aunque ni los bomberos ni la Guardia Civil han confirmado esta posibilidad.

"Soliviantados"

La zona afectada es un área residencial en la que conviven familias con menores, lugareños del municipio y población migrante de varias nacionalidades. Algunos residentes señalan que en parte de estas viviendas se viven situaciones de ocupación. “Hace una semana estuvieron los del grupo de 'Desokupa' por aquí y los vecinos estamos soliviantados”, comentan los vecinos. Según añadieron, esta situación ha generado algunas tensiones en el vecindario.