Hay un dicho popular referente a la capacidad de adaptación y supervivencia de los felinos que dice: “Tienes más vidas que un gato”. Y su vigencia se ha vuelto a poner de relieve estos días en Adra donde, todavía no se sabe cómo, una gatita negra quedó atrapada en una zona de sumidero del Puerto, según destacan desde la asociación animalista Equinac, “sin comida, sin agua potable y rodeada de agua de mar”.

Por tanto, ante estas circunstancias, todo apuntaba a que “su destino era morir”, reflexiona Equinac. Pero, afortunadamente, esta gatita ha vuelto a contar con una nueva oportunidad de vida gracias a la intervención de la empresa Ocean Group Spain.

“Nos encontrábamos realizando un trabajo sobre los fondeaderos del Puerto y nos comentaron la situación y nos preguntaron si podríamos hacer algo para llevar a cabo el rescate”, explica Ángel Maroto, buceador profesional de la citada empresa e integrante de la red de varamientos de Equinac desde hace años.

De este modo, se puso en marcha un operativo con la llegada de una jaula y comida para poder capturar al animal y el respaldo de personas como Vanesa, también de Ocean Group Spain, para proceder al rescate.

“Debía llevar cerca de una semana ahí atrapada por lo que cuando vio la comida no dudó en adentrarse en la jaula e ir hacia ella”, ha asegurado Maroto, quien tuvo que sumergirse bajo los barrotes para ir en busca de la misma y llevar a cabo el rescate y la liberación del animal.

Liberada de su 'prisión' sin tocar ni una gota de agua

A diferencia de lo ocurrido con su rescatista, el buceador profesional, la gatita pudo salir del lugar donde estaba atrapada sin tocar ni una gota de agua gracias a que Ángel abrió un pequeño hueco entre los deteriorados barrotes para poder sacar por ese lugar al animal.

No obstante, lo que sigue siendo un misterio es el modo y el motivo que condujeron al felino a este lugar. “Todavía no nos explicamos como pudo llegar hasta ahí”, siguen reflexionando las gestoras de las colonias felinas de Adra, que venían días sufriendo con la impotencia de ver ahí al animal y no poder hacer nada para rescatarlo.

Revisada, alimentada y acogida

Una vez puesta a salvo, la gata fue conducida al veterinario donde se realizaron todas las pruebas para comprobar su estado de salud, fue alimentada y de la mano de la la Asociación Ángela Dorado ha encontrado una casa de acogida temporal hasta buscarle una adopción.

Por tanto, final feliz para una gatita que ha vuelto a poner de relieve eso de que “tienes más vidas que un gato” aunque, eso sí, gracias a la intervención de todas estas personas y entidades que han ejercido de auténticos ángeles de la guarda felinos.