En plena crisis por el contrato para la adquisición de armamento por parte del Gobierno central a Israel y el plan de rearme o incremento del gasto en defensa, con la amenaza del coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, de salir del Ejecutivo, la formación inicia el proceso interno para la renovación de órganos a nivel regional, provincial y local en una fórmula unitaria con la idea de arrancar el nuevo curso político totalmente listos por si arranca un nuevo ciclo electoral.

Bajo estas cartas, la coordinadora provincial de IU en Almería, María Jesús Amate, explica el proceso que está por venir y las dificultades a las que se enfrentan.

Inician ahora los procesos de renovación de cargos. ¿Cómo va el calendario?

En Andalucía hemos decidido unirlos y se van a realizar el regional, los provinciales y los locales con la idea de dejarlo todo listo antes del verano y estar preparados por si en septiembre se inicia la maquinaria electoral. El pasado 20 de abril se cerraron los censos de militantes y simpatizantes que podrán votar en estos procesos, en Almería son 260 las personas que podrán hacerlo. Hasta este lunes se pueden presentar las candidaturas para dirigir la federación andaluza y para la coordinadora provincial, unas listas que deben contar con 35 miembros. Para los procesos locales hay de plazo hasta el 20 de julio.

¿Se volverá a presentar? ¿Y Toni Valero?

Sí, yo voy a volver a presentarme y Toni Valero también.

¿Habrá más candidaturas?

En el provincial hasta el lunes no lo sabremos. En el regional, todo apunta a que habrá otra candidatura porque ya se han presentado los documentos que se tienen que analizar, pero no se sabe quien podría ser quien la encabece todavía.

Y una vez conocidas las candidaturas, ¿cómo sigue el proceso?

Estamos con el debate de los documentos que se han presentado a nivel regional, de hecho, el 18 de mayo es la asamblea provincial para ello y a nivel regional será el primer fin de semana de junio. A partir de ahí, llega la ratificación de las candidaturas que será el 13 de junio a nivel andaluz y el 14 en el provincial. Unas asambleas a las que llegaremos ya sabiendo qué candidatura ha ganado porque las votaciones se realizarán de forma ‘on-line’ del 26 al 28 de mayo, y de forma presencial para aquellos que no lo hayan hecho de manera digital entre el 31 de mayo y el 2 de junio.

Todo este proceso llega en un momento complejo de desacuerdos en el seno del Gobierno en el que está su formación. Dice su coordinador federal que no descarta incluso marcharse si no se rectifica en la compra de armas a Israel y el plan de rearme.

Nosotros tenemos un pacto de Gobierno con el PSOE que queremos que se cumpla. No todo vale. Tenemos unos principios éticos que no vamos a romper. Es cierto que entre la militancia existe un ‘run run’ preguntándose: “¿qué hacemos ahí?”, pero eso es algo que se puede generar cuando se está en gobierno con otros partidos. De eso se hace eco Antonio Maíllo, de hecho, tenemos coordinadoras federales para hablar del tema.

¿Cree que se irán del Gobierno?

Yo creo que se va a negociar aunque sea duro.

Lo cierto es que da la sensación de que Izquierda Unida ha perdido visibilidad, que han perdido sus siglas.

Quizá no estemos en el imaginario de la gente porque cuando tú dejas de presentarte en las elecciones puede ocurrir, pero eso no quita que estemos ahí, que sigamos siendo ese núcleo que presiona. Sumar se ha convertido en un partido político y ha dejado de ser lo que era, una plataforma que unificaba a muchas formaciones políticas.

¿Descartan ustedes las confluencias en los nuevos ciclos electorales?

Antonio Maíllo no lo ha descartado en ningún momento. Es más, siempre ha abogado mucho por las confluencias y nuestro ejemplo, en el que todos nos miramos, es la andaluza ‘Por Andalucía’ en la que estamos todos y, más o menos, está funcionando bien. La idea es replicarlo. Pero lo que tenemos claro es que no vamos a cometer los errores que ya tuvimos, es decir, si las cosas se dan de forma natural y bien, vale, pero no vamos a ir a la noche que tenemos que registrar la lista, que sean las once de la noche y que estemos aún en una negociación. Eso no va a volver a pasar, ni pasaremos por candidaturas impuestas. Vamos a tener una asamblea específica sobre este tema.

A nivel provincial les toca superar los duros resultados del último ciclo electoral. Quizá lo más doloroso la salida de la Diputación Provincial…

Pues lo más doloroso para mí ha sido el tener que expulsar a compañeros de partido por los pactos alcanzados con el Partido Popular. Hemos tenido que expulsar en Turre, Garrucha y Líjar. Es doloroso porque son compañeros que conoces de siempre, con una vida entera de militancia, pero sabes que tienes que tomar medidas porque se tienen que cumplir los Estatutos. Pero ellos cuando tomaron esa decisión lo tenían claro.

Recuperarse de esos golpes debe ser difícil.

Es muy difícil recuperar la normalidad en esos pueblos, sobre todo en Turre y Garrucha. La gente tiene un freno para acercarse a nosotros. La gente que queda tiene el corazón partido porque vive en el pueblo, está con los compañeros expulsados, y están un poco en un limbo. La gente que pueda venir nueva se encuentra con muchas trabas. Por eso, hasta que no pase un poco de tiempo y las aguas no se calmen, parece muy complicado.

¿Tienen miedo al próximo ciclo electoral?

Miedo no. Te genera respeto porque no sabes lo que puede pasar pero nosotros estamos ahí para pelear, seguir dando el callo y ayudar a quien nos reclame. Estamos en la política municipal para intentar mejorar la situación de las personas en los pueblos. Obviamente, con estas circunstancias, cuesta encontrar gente, y donde la has pedido, aún más. Pero saldremos a pelear.