Las organizaciones criminales agudizan el ingenio para introducir cargamentos de droga en España y protegerlos de las investigaciones de las fuerzas de seguridad y, en su defecto, de los temidos ‘vuelcos’ de otros narcotraficantes. Una muestra de los métodos más creativos es una banda  juzgada estos días en la Audiencia de Murcia, pero con amplias ramificaciones en la provincia de Almería. Los acusados recibían envíos postales con cocaína procedentes de Panamá y los guardaban en dos viviendas ubicadas en La Puebla de Vícar y en Roquetas de Mar.

La organización buscaba servicios de paquetería para borrar el rastro de los importadores de la droga y, al mismo tiempo, establecía un segundo nivel de seguridad. Esto es, un sistema de camuflaje del estupefaciente hacía más difícil la detección por parte de las autoridades españolas.

En el registro efectuado por la Policía Nacional en una casa de una acusada en Vícar en julio de 2006, los agentes hallaron cinturones de lona impregnados con cocaína y un tomo de El Quijote con un hueco ‘excavado’ en el interior de sus páginas a modo de escondite. La investigación comenzó en el verano del año 2006 y se coordinó en un Juzgado de Instrucción de Jumilla (Murcia) porque uno de los tres sospechosos era vecino de la localidad, el primero de los detectados en la operación judicial. Los agentes apostaron por una entrega controlada de un sobre con 144 gramos de cocaína y, aunque el sujeto no se presentó en la oficina de correos alertado de una posible vigilancia, fue detenido por un delito contra la salud pública.

El caso se orientó entonces hacia la provincia de Almería, donde una mujer y un varón aparecían en el foco de la investigación. En La Puebla de Vícar se descubrieron los cinturones impregnados, balanzas de precisión y herramientas para la manipulación del estupefaciente. De hecho, este sistema exige una cuidada manipulación de la cocaína para su extracción de los cinturones. Es un método frecuente en envíos de droga desde Latinoamérica y, de hecho, hay controles específicos en los aeropuertos sobre la ropa.En La Puebla de Vícar los agentes hallaron 97 gramos de cocaína en los cinturones y otros 218 gramos en un recipiente de vidrio.

Pacto y condena
Por su parte, en el registro llevado a cabo en Roquetas de Mar, la operación descubrió “notas manuscritas en una libreta, donde se hacía referencia a cantidades de dinero junto diferentes nombres de personas”. Entre los apuntes había indicaciones sobre la recepción de un paquete de postal a cambio de una cantidad de dinero.

La Audiencia Provincial de Murcia sentó en el banquillo a los tres acusados por un delito contra la salud pública. Sin embargo, les aplica la atenuante de dilaciones indebidas, por el enorme plazo de tiempo que medió entre los arrestos y el juicio, y les condena a dos años de prisión. Las defensas pactaron un acuerdo con la Fiscalía y los acusados aceptaron la pena.