No pasaba desapercibida por sus dimensiones. Fue avistada a dos millas de Retamar sobre las 12.30 horas del sábado y dieron aviso a Salvamento Marítimo, que, a su vez contactó con el 112 y estos con la asociación Equinac, que finalmente se hicieron cargo de la ballena rorcual de 16 metros que flotaba muerta y a la que tuvieron que acercar, con la ayuda de numerosos vecinos y curiosos, a la playa de Torregarcía. La decisión fue remolcar el animal hasta una zona donde fuese seguro para la navegación. A la ballena la falta la aleta caudal y con 16 metros es difícil maniobrar con ella. Con unos cabos han conseguido que embarranque . Mañana tendrán que decidir qué harán con ella.