En el corazón del barrio de Pescadería, el Club Almería Futsal se ha convertido en mucho más que un equipo deportivo: es un proyecto social que utiliza el fútbol sala como herramienta para transmitir valores, cohesionar a la comunidad y ofrecer oportunidades a los más jóvenes.

La pasada semana, aprovechando que los disfraces de Halloween aún no estaban guardados, el club organizó una fiesta especial en la que los niños combinaron deporte y diversión. Fue una jornada diferente, llena de alegría, que reforzó el espíritu familiar y participativo que caracteriza a esta entidad.

Con apenas tres años de vida, el club ha logrado llenar cada día las gradas del Pabellón de Deportes de Pescadería, gracias al esfuerzo incansable de su directiva y así como de su entrenador Miguel Rodríguez, uno de los pilares del proyecto. Desde las categorías bebés hasta cadetes, pasando por juveniles y senior, el club ha conseguido que el barrio tenga su propio equipo en todas las etapas, destacando que la categoría senior está formada íntegramente por chavales del barrio.

Fútsal y recogida de juguetes

Pero el impacto del club va más allá del deporte. Niños de todos los barrios de Almería e incluso de la provincia participan en las categorías inferiores, creando un espacio inclusivo y diverso. Además, cada Navidad organizan una recogida solidaria de juguetes, una iniciativa que ya cumple dos años y que refuerza su compromiso social.

El apoyo de patrocinadores ha sido clave para seguir creciendo. Empresas como Vithas Almería y Toy Planet Almería han apostado por el proyecto. De hecho, en la fiesta celebrada Toy Planet llevó su mascota al pabellón y repartió regalos entre los más pequeños, llenando de ilusión una jornada que demuestra que el deporte también es fiesta y alegría.

Con muy poca ayuda institucional, el club sigue trabajando para consolidarse y crecer. Su objetivo es claro: tramsimitr valores a los niños y niñas a través del deporte, el esfuerzo, la solidaridad y el compañerismo.