El Pingurucho se convertirá en monumento funerario el próximo 9 de octubre. Y es que será entonces cuando se proceda a la inhumación de los restos de Los Coloraos en este monumento después de que durante años estuvieran en una tumba perdida y sin nombre del cementerio de San José en la capital.

En los actos de traslado de los restos de los Mártires de la Libertad estará presente el Ministro de Política Territorial y Memoria Democrática de España, Ángel Víctor Torres, al igual que ya acudiera hace unos meses al descubrimiento de la placa que muestra que esta columna conmemorativa está reconocida como Lugar de Memoria, junto a la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez.

Según el planing previsto, a primera hora de la mañana se producirá el traslado de los restos desde el cementerio de San José hasta la Plaza de la Constitución, un acto que se realizará con la colaboración de la Asociación del Bicentenario de Los Coloraos, colectivo que ha sido el encargado de promover primero el estudio de los huesos que se encontraban en el nicho localizado por su presidenta, Carmen Ravassa, y después, por el traslado de los mismos hasta el monumento en honor a los 22 liberales.

Los restos serán recibidos por parte del ministro y la alcaldesa junto al secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, y la directora general de la Guardia Civil, Mercedes González.

En el acto habrá sitio para escuchar las palabras de María del Mar Vázquez, como anfitriona, de Carmen Ravassa y del ministro de Política Territorial y Memoria Democrática.

Habrá rendición de honores por parte de la Guardia Civil y se procederá a la inhumación de restos y ofrenda floral en el monumento a cargo de los responsables institucionales y de la presidenta de la Asociación del Bicentenario.

Se cerrará el acto, al igual cuando se realiza el acto conmemorativo cada 24 de agosto, con la interpretación de los himnos por parte de la Banda Municipal.

Hay que tener en cuenta que ya se están grabando los 22 nombres de los liberales fusilados por orden de Fernando VII en las cartelas que estaban preparadas para ello, aunque nunca se hiciera, y que estaban colocadas en el cuerpo del monumento conmemorativo.