En Almería, cada vez que un juez dicta una orden de alejamiento, la tecnología se convierte en aliada de las víctimas. Las pulseras telemáticas no son solo un dispositivo en la muñeca del agresor: son una frontera invisible que permite a mujeres y menores seguir con su vida sin mirar constantemente por encima del hombro. La decisión de imponerlas, cada vez más habitual en los despachos judiciales, refleja un compromiso claro con la protección inmediata y con la vida de quienes se enfrentan a la violencia de género.

Las pulseras telemáticas forman parte de un sistema de control que geolocaliza al agresor y que se activa en cuanto viola la distancia de seguridad fijada por un juez. En España, 4.736 mujeres cuentan actualmente con esta medida de protección, una herramienta que ha demostrado ser clave para reducir el riesgo en los casos más graves.

La Memoria de la Fiscalía General del Estado ya apuntaba que en Almería existe un elevado número de colocaciones de dispositivos telemáticos respecto a otras provincias andaluzas, lo que convierte a la provincia en una de las más activas en el uso de esta medida cautelar. Según los datos oficiales, a finales de 2024 había en Andalucía 1.658 dispositivos activos, de los cuales 363 correspondían a Almería. La provincia solo se situa detrás de Granada que cuenta con 412 dispositivos en activo. La lista la cierran Cádiz 309, Málaga 176, Córdoba 150, Jaén 144, Sevilla 68 y Huelva 36.

El crecimiento es evidente: en un año, la provincia ha experimentado un incremento del 25,9%, lo que supone 78 pulseras más respecto a 2023. El Sistema VioGén ha registrado en la provincia 20.320 casos de violencia de género acumulados, que afectan a 17.945 víctimas.

Solo entre enero y marzo de 2024, se contabilizaron 1.039 denuncias por violencia machista, mientras que a 30 de junio había 185 personas condenadas a prisión por delitos relacionados con esta lacra, según el lugar de residencia declarado.