"Fue como volver a nacer en un cuerpo con menos capacidades": de forense a referente
Laura A. Márquez es la nueva presidenta de la Asociación de Personas con Lesión Medular de Andalucía

Laura Ainhoa Márquez, presidenta de ASPAYM a nivel provincial y autonómico.
Una noche Laura A. Márquez sintió un dolor muy intenso en la espalda. Como habría hecho cualquiera, pensó que estaba sufriendo las consecuencias de un mal movimiento o de levantar un objeto muy pesado que ya no recordaba. Fue al armario de las medicinas, se tomó los analgésicos más fuertes que encontró en su farmacia casera y esperó a que 'la magia' realizase su entrada triunfal. Pero pasó el tiempo y el dolor se convirtió en insoportable.
En el momento en el que llamó a emergencias ya no podía mover el pie y cuando llegó al hospital, estaba movilizada de cadera para abajo. Había sufrido un infarto medular como efecto secundario de un tratamiento oncológico. Aquel día, Laura no solo salvó su vida, sino que volvió a nacer. Así lo explica ella cuando recuerda el momento en el que tuvo que hacer frente a su nueva condición: "Fue como volver renacer, pero en un cuerpo con menos capacidades".
La zaragozana comenzaría entonces un viaje en silla de ruedas. Si bien no ha estado exento de innumerables obstáculos, sí ha logrado sortearlos con un espíritu férreo y un sueño: "Ofrecer un espacio seguro que funcione como apoyo y guía a aquellas personas que tienen que hacer frente a una lesión medular; una comunidad que haga más sencilla la vida de los afectados", señala. Como presidenta de Asociación de personas con lesión medular y otras discapacidades físicas (ASPAYM) de Almería y, recientemente, nombrada también adalid a nivel andaluz; Márquez está cada vez más cerca de cumplirlo.
Una trayectoria brillante y espontánea
Maña de nacimiento, Márquez estudió Medicina en Zaragoza, lugar en el que encontró su vocación: "Durante el sexto año de la carrera cursé la asignatura de Medicina Legal. Me apasionó. Desde ese momento supe que quería ser médico forense". Recuerda con cariño ese sentimiento de saber que se podría dedicar a eso aunque no le pagaran, "por lo menos un par de días".
Con dicho objetivo en mente, Márquez se mudó a Madrid, donde se encontraba su preparador: "Durante las prácticas tuve la 'mala suerte' de no coincidir con ningún caso de muerte violenta, por lo que mi primera autopsia la llevé a cabo durante el examen de las oposiciones", cuenta, imprimiendo un tono de emoción en su voz. Ni la falta de experiencia logró frenar la férrea determinación de la zaragozana, que pronto aprobó.
"Me destinaron a la comarca del Poniente Almeriense y en las primeras semanas de trabajo hice lo que no había hecho en la carrera, fue un periodo de mucho trabajo", relata, para después afirmar que en su vida todo le ha llegado "de forma espontánea": "A los cinco años quedó vacante la dirección del instituto forense de Almería y opté a ella. Mantuve el cargo desde 2011 a 2021".
Un nuevo y complicado reto
Tras superar un cáncer y sufrir la lesión medular como efecto adverso de su tratamiento, Laura -junto a José María Bisbal, hermano de David Bisbal que quedó, como ella, en silla de ruedas- se dio cuenta de la ausencia de ayuda que brindaba la sociedad almeriense a personas en su situación. "En el hospital, los médicos me dijeron que aunque estuviese hecha polvo tenía que empezar a trabajar desde el primer día, pequeños triunfos diarios. Había que pensarlo así: una cosa que empezamos a trabajar fue levantarse poco a poco con la ayuda de una cama reclinable que se iba poniendo en posición vertical, cada día un poquito más. Eso para nosotros ya era un logro y así había que verlo para no caer en un pozo", relata.
Según cuenta Márquez, no solo era complicado asumir su nueva situación, sino que, además, la sociedad no estaba preparada para su silla de ruedas: "Nadie está concienciado sobre lo poco accesible que es Almería, ni siquiera yo lo estaba antes de que me ocurriese esto". La materialización de dicho problema se encontraba además en su propia casa: "Tuve que mudarme porque mi piso no se podía adaptar".
La diferencia llegó de la mano de una trabajadora social, una llamada desde Córdoba y una propuesta: "Hemos visto que en Almería no hay ASPAYM, ¿te gustaría crearlo?". Con la ilusión del proyecto entre manos y sin saber lo complicado que era crear una asociación desde cero, Laura puso en marcha la delegación de la Federación en Almería: "Toqué muchas puertas, hice muchas llamadas y al final lo conseguimos, aunque nos falta mucho presupuesto: estamos teniendo que prescindir de profesionales sanitarios porque no tenemos cómo pagarles", lamenta.
"ASPAYM Andalucía mantiene activos dos teléfonos para todo el que lo necesite: 954 66 04 63 o, en su defecto, 609 25 97 98"
Un nombramiento a nivel autonómico
La trayectoria de superación de Laura Márquez ha dado un paso más: recientemente ha sido nombrada presidenta de Aspaym Andalucía. El anterior presidente, Antonio Millán Moya, conoció su labor en Almería y decidió proponerle ser su sucesora antes incluso de empezar el primer plato en una comida que mantuvieron. A Laura le pareció una locura, pero aceptó: "Alguien tenía que hacerlo".
Hoy, sus esfuerzos están centrados en fortalecer Aspaym y en construir una sociedad más consciente y justa para las personas con lesión medular. Su objetivo es que quienes enfrenten esta situación encuentren apoyo, orientación y una familia en la que acogerse. "Me gustaría que los almerienses se concienciaran más y que las administraciones nos brindasen más apoyo económico, es lo que ahora necesitamos", concluye con rotundidad.
El apagón desde la silla de ruedas
Denuncia que las personas con discapacidad sufren una doble vulnerabilidad en estas crisis: sin luz, sus camas, sillas o ascensores dejan de funcionar. Pide crear catastros voluntarios y más presencia policial en futuras emergencias.