Almería, ‘zona cero’ del mapa de riesgos de catástrofes del país
El Plan Nacional la coloca en cabeza de peligros por terremotos, tsunamis, vulcanismo o riadas

El Observatorio Geofísico de Almería fue el primero de la Red Española: empezó a funcionar en el año 1911.
¿Será capaz Almería de sobreponerse a la multitud de amenazas que ponen en riesgo su futuro? Esa es la pregunta que surge tras conocer las especificaciones del Plan Nacional de Vigilancia Sísmica, Volcánica, Tsunamis y otros Fenómenos Geofísicos que acaba de aprobar el Gobierno, en colaboración con las distintas comunidades autónomas.
Una lectura pormenorizada de este plan, que busca identificar los riesgos y adoptar las medidas preventivas que sean posibles, señala a la provincia como una de las zonas españolas en las que confluyen el mayor número de factores de riesgo, una especie de ‘zona cero’ de las emergencias por catástrofes naturales de la Península.
Multirriesgo
Un mapa de riesgos que se abre con los terremotos, históricamente uno de los fenómenos más repetidos en tierras almerienses. Es lo que tiene estar en el radio de acción de la zona de colisión de las placas tectónicas africana y euroasiática, de alta actividad sísmica, que ya ha generado seísmos de hasta intensidad IX a lo largo de la historia.
Esa misma actividad es la que abre la posibilidad de otro de los fenómenos naturales más temidos, los maremotos, también llamados tsunamis a nivel internacional. Un seísmo submarino en el área del Mar de Alborán o en el norte de las costas argelinas, provocaría una ola destructiva que puede alcanzar las costas almerienses en menos de veinte minutos, poniendo en riesgo localidades costeras, espacios naturales e incluso amplias zonas de cultivos de invernaderos.
Monstruos dormidos
A esas amenazas se una también, dentro del nuevo Plan Nacional de Vigilancia, la de una posible erupción volcánica. No es un riesgo muy evidente, puesto que las últimas grandes erupciones ocurrieron hace varios miles de años, pero en el Plan aparece Almería como la zona de mayor actividad volcánica, sólo por detrás de las Islas Canarias.
El mapa desarrollado por el Instituto Geográfico Nacional, considera el sureste español como área de vulca nismo activo, y Almería como uno de los territorios con mayor actividad de este tipo, que se evidencia con la presencia del termalismo y de la persistencia de un subsuelo con temperaturas muy elevadas aún.
Geopeligros
Son algunos de los llamados ‘geopeligros’, entendidos como procesos geológicos activos “que representan una amenaza para la vida humana, la salud y los bienes”, según consta en el documento definido por el IGN. No son en cualquier caso los únicos, ya que se tienen en cuenta también los riesgos derivados del cambio climático, tanto en la dinámica del litoral como en la ocurrencia de episodios de fuertes lluvias (DANA’s o gotas frías), fenómenos que en los últimos años se han intensificado y que suponen otra de las amenazas que se ciernen periódicamente sobre la provincia.
Resiliencia
Estos últimos riesgos responden en buena parte de los casos a la imprevisión con la que se manejado el territorio con actuaciones como desmontes, tratamientos violentos de laderas o las ocupaciones sin aparente control de zonas inundables, expuestas por tanto, a efectos como las riadas o las inundaciones.
A la pregunta inicial de si Almería podría sobreponerse a estas amenazas que el Plan Nacional que el Consejo de Ministros aprobaba hace apenas un mes trata de dar respuesta, que necesariamente pasa por estudiar a fondo la ocurrencia de estos fenómenos, establecer una red de respuesta temprana, pero en especial educar a las poblaciones más expuestas para que actúen en caso de catástrofes de este tipo. Saber lo que puede ocurrir y lo que se puede hacer en cada caso puede establecer la diferencia entre serios daños o muchos muertos.