La Voz de Almeria

Almería

Seis meses y casi 1 millón de euros: los datos de la nueva línea de biorresiduos

Servirá para tratar la materia orgánica que llega a través del contenedor marrón a la planta de compostaje

Antonio Urdiales junto a Sacramento Sánchez y Amalia Martín

Antonio Urdiales junto a Sacramento Sánchez y Amalia MartínLa Voz

Lola González
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Almería tendrá la primera línea de gestión de biorresiduos de la provincia. Así lo explicaba el concejal de Sostenibilidad Ambiental, Antonio Urdiales, al explicar que se ha adjudicado a la UTE Prezero España e Industrias Leblan la construcción de esta línea por un presupuesto de ejecución de 968.135,02 euros y un plazo de seis meses aunque la intención municipal es que puedan culminarse incluso antes.

El proyecto para la realización de esta nueva línea se aprobaba el pasado mes de octubre y pretende poner en marcha el sistema para “pasar de hacer compost con la basura orgánica de forma manual, a hacerlo a través de la línea mecánica” con el objetivo de “alcanzar el tratamiento de 900 toneladas de residuos al año en el plazo de dos años”.

El funcionamiento de esta planta, que incluye una tolva de alimentación, una trituradora, una deshidratadora, un tubo de compostaje, una criba, un biofiltro, y un troje de compostaje, un troje de trituración y un troje de podas, será posible gracias al contenedor de residuos orgánicos -el conocido como contenedor marrón-, en un proceso de implantación extendido ya a todos los barrios con la disposición de más de 560 contenedores de estas características y de un nuevo camión recolector de carga trasera de 10 metros cúbicos de capacidad, equipado con la última tecnología, encargado de la recogida de los residuos orgánicos.

¿Cómo se hace el compostaje?

Los camiones de recogida selectiva de materia orgánica depositan el residuo en la tolva de alimentación y este residuo, junto con restos de poda que se utilizan como material estructurante, pasan a una trituradora de residuos, una vez el material ha sido triturado pasa al deshidratador de prensa circular que elimina el exceso de humedad de los residuos y reduce el volumen en casi un 50%, de aquí los residuos orgánicos pasan al interior del cilindro compostador donde se genera el compost final que pasa a una criba para su afino.
La utilización del sistema de compostaje mediante cilindro compostador acorta los plazos de producción de compost de manera significativa (el proceso dura entre 6 y 10 semanas aproximadamente). Un material que, mediante este sistema, está libre de olores y patógenos pudiendo emplearse con total seguridad. Además, con este sistema, los residuos orgánicas se reducen hasta un 90 por ciento en su volumen.
Dentro del cilindro, el proceso es controlado en todo momento gracias a los datos que aportan los distintos sensores con los que cuenta y estos datos son gestionados por un software específico que alertará de cualquier anomalía en el proceso. Durante el desarrollo del proceso no se producen lixiviados en el interior del tubo compostador dinámico, el exceso de agua que pudiera haber se transforma en vapor debido a la temperatura que alcanza el proceso (65º-70º) y éste se envía al exterior a través del sistema de ventilación, reduciendo significativamente la generación de este residuo.
Al tratarse de procesos controlados donde se gestiona de manera eficiente temperatura, humedad y aporte de aire, el compost que se obtiene es muy homogéneo y de gran calidad pudiendo ser utilizado como fertilizante mezclado con el sustrato directamente. La capacidad máxima de los equipos es de 900 t/año de biorresiduo, es decir, de 2.500 kg/día. El proceso de compostaje dura entre 6 y 10 semanas.

Preguntado el concejal sobre el uso que se le podría dar al compost, explicaba que “servirá para los jardines de la ciudad, sin desdeñar la posibilidad de su aplicación a otros ámbitos, como el agrícola”.

El responsable municipal del área de Sostenibilidad Medioambiental y Energética destacaba también la cada vez mayor implicación del ciudadano en la tarea del reciclaje, también en particular referido al residuo orgánico.

Los datos

Se sirve de ello con nuevos datos que apuntan a que hemos pasado de 135.660 kilogramos recogidos en 2023 a 242.160 kilos en 2024, un 80 por ciento más que el año anterior. Y en los dos primeros meses de 2025, los almerienses ya han depositado en el contenedor marrón casi el 50 por ciento de todo lo que se logró en 2024, esto es 117.000 kilogramos.

Las caracterizaciones realizadas apuntan a un muy buen ejercicio por parte de los almerienses que ya separan la materia orgánica en sus casas o comercios. Tan sólo el 6 por ciento es impropio, es decir, elementos que no deberían ir en el contenedor marrón, como por ejemplo pañales, film, ropa o plásticos varios.

Lo verdaderamente importante es que, poco a poco, los almerienses se vayan habituando a la separación de este tipo de residuos que puede ser reutilizado en la propia ciudad.

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