Enfermeras almerienses al borde del colapso: “Nos está costando la salud”
Las condiciones en las que trabajan las profesionales almerienses anulan la conciliación

Muchas de las enfermeras almerienses se han planteado dejar la profesión por otra que les ofrezca más estabilidad.
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) no está en su mejor momento: la dificultad para obtener una cita, largas listas de espera y la falta de profesionales han generado un descontento general que no sólo se ha extendido entre los ciudadanos, sino también entre el propio personal sanitario del SAS que se ha manifestado con la constante fuga de profesionales de nuestra comunidad autónoma ocasionando una enorme pérdida de talento.
Y no es de extrañar porque ahora al parecer la gestión de la sanidad pública se basa en el parcheo constante de las deficiencias estructurales según trasladan Sara Ruiz, Laura López y María Fenoy, nombres ficticios de tres enfermeras almerienses que han preferido mantenerse en el anonimato por miedo a las posibles represalias ante sus declaraciones a este periódico.
En su vida, la estabilidad, por mínima que sea, brilla por su ausencia. “Tengo que esperar hasta final de mes para saber si voy a poder trabajar al mes siguiente”, se lamenta María Fenoy.
Contratos de meses divididos por semanas
Tanto ella como Laura López, a final de cada mes esperan con ansia una llamada desde el SAS por la que conocerán si desempeñarán su labor el mes siguiente y dónde lo harán, imposibilitando así cualquier posibilidad de organizar un plan personal tanto a corto como largo plazo, ya sea un viaje, un cumpleaños e incluso la maternidad. “Y eso todavía no es lo peor, nunca se el turno en el que voy a trabajar hasta dos días antes de empezar el trabajo”, explica María Fenoy.
Aún así, este no es el único perjuicio que sufren estas y otras muchas enfermeras almerienses. Según han trasladado a LA VOZ, trabajar durante un mes no implica tener un solo contrato: “Muchas veces el mes se divide en cuatro o cinco contratos divididos por días, semanas e incluso turnos”, ha aclarado Fenoy.
Legalidad
Esta práctica, al parecer frecuente, genera una una ‘trampa legal’, en la que las profesionales no tienen más remedio que caer: “Legalmente, al mes debemos disponer de al menos un fin de semana libre, lo cual al final es imposible porque los contratos por lo general no son continuos, lo que exime al SAS de darnos esos días de libranza”, destaca Laura López. “Además, también es bastante normal que nos llamen para cubrir turnos, en cualquier parte de la provincia con muy poco tiempo de antelación”, añade.
En este sentido, las enfermeras eventuales tampoco disponen de vacaciones estipuladas, a diferencia de las interinas, pese a encadenar varios contratos seguidos. “No puedo planear unas vacaciones porque no se si tendré que trabajar y si las pido, probablemente no me las vayan a dar”, se lamenta una de las enfermeras.
Presuntamente, todo se debe a la falta de personal en el SAS, el cual se demuestra con que la bolsa de empleo lleva sin actualizarse desde 2021 y con las, prácticamente inexistentes, coberturas de bajas y vacaciones del personal que está en plantilla. “Da igual lo que esté pasando, lo que importa es cubrir los objetivos del SAS y dar una imagen de tranquilidad hacia el exterior aunque eso nos esté costando la salud a nosotras”, denuncia Sara Ruiz.
Si bien la cuestión financiera no es menos problemática: las enfermeras no saben lo que van a cobrar cada mes, y sus servicios son liquidados casi dos meses después desde que dan comienzo.
Oposiciones, la única solución para la estabilidad
Para estabilizar su puesto de trabajo la última opción que les queda a las enfermeras es salir bien del concurso oposición, aunque esto supondría sacrificar la vida personal por la estabilidad. “Si aprobamos las oposiciones, nos podrían mandar a cualquier otra parte de Andalucía, y desde luego no queremos eso porque nuestra vida y nuestras familias están en Almería, y es que tampoco pedimos tanto, solo un poco de estabilidad”, cuentan, a lo que añaden que “lo que cobramos no compensa para nada con lo que aguantamos”.