De la peluquería de su padre a 23 años en la Policía
Un almeriense orgulloso de la familia, de llevar el uniforme y de servir a sus ciudadanos

Orgulloso de velar por la seguridad de los almerienses tras más de dos décadas de servicio.
Llega a la redacción de LA VOZ de Almería y Cadena SER transmitiendo felicidad y educación. Le encanta hablar de los valores que ha ido adquiriendo a lo largo de la vida gracias a sus familiares, en especial de sus padres Paco y Matilde. Su hermano menor es el paratriatleta Jairo Ruiz, otro ejemplo y un espejo en el que mirarse. Israel Ruiz López (8/9/1981), cuenta su trayectoria personal y profesional para este medio. Se crio en el barrio de Los Ángeles, en las Barandillas, estudió en el Colegio Francisco de Goya, con Rafael Florido de director. Luego pasaría al Instituto Al-Ándalus.
Trabajó con su padre, hizo las oposiciones de Policía Local y ahora es subinspector en la capital. Compaginaba los estudios con el deporte, concretamente el taekwondo. “Mi padre (Paco Ruiz), trabajaba mucho en la peluquería y Fernando Bretones, amigo de la familia, tenía su gimnasio en la avenida Santa Isabel y me llevaba con él. Ya conforme iba cumpliendo años competí a nivel autonómico y de ahí viene mi pasión por las artes marciales y los valores”, cuenta Israel, que traslada parte de su aprendizaje: “El valor del deporte, de la disciplina, del esfuerzo, del honor. Tú empiezas respetando siempre y exiges que te respeten a ti, y esas cosas me han marcado mucho”.
Su vida
Desde pequeño se decantó por los deportes de contacto, “y mira que a mi padre y hermano les encantaba la bicicleta, pero a mí no tanto”. Con 17 años Paco le preguntó a Israel qué quería hacer, “porque él veía que si me gustaba algo era capaz de conseguirlo, pero yo aún no lo sabía. Mientras me lo pensaba me llevó con él a trabajar a la peluquería en verano y de forma estable ya los 18”. A Israel le gustaba la peluquería porque “era un negocio muy familiar, los clientes eran nuestros amigos, aunque me entró el gusanillo de ser policía. Me encantaba verlos en moto, en especial a Lisardo, que fue campeón de España de boxeo. Acudí a la academia del Sargento Barón... Y aquí estoy”.
Anécdota
En su familia nadie había llevado el uniforme. Se preparó las oposiciones, aprobó en 2002 y ya lleva 23 años de servicio en la capital: “Me enfoqué mucho en adaptar el aprendizaje que traía de la defensa personal a la Policía Local, y trabajé en el grupo Titan”. Una vez finalizó esta etapa hizo la prueba de acceso a la Universidad “y me saqué la carrera de Magisterio. Conseguido, me planteé ascender a oficial y ahora soy subinspector”. Se considera una persona inquieta y amplió sus conocimientos obteniendo el grado de Educación Primaria “compatibilizando mi formación en defensa personal como docente enseñando en la Escuela de la Jefatura con policías de nuevo ingreso, aunque cumplo mis funciones de jefe de servicio”.
Carrera
Después de tantos años ha vivido experiencias de todo tipo. Se le quedó grabado un caso de violencia de género en el que la mujer era dominada totalmente por el marido. “Vivía en un bajo, había tenido un bebé y estaba enfermo. Como el marido se iba de casa y cerraba con llave, no podía salir. Por miedo a que le pasara algo al bebé ya nos llamó y se destapó todo. Aún yo no era padre, pero venía un compañero que sí y cuando vimos al pequeño notábamos que tenía tos, un color de piel raro. Nos dimos cuenta de que no había pasado ningún control de vacunación. Esta mujer se había distanciado de sus padres, que no sabían nada de esto, por culpa del marido, al que detuvimos, y todo se fue reconduciendo”.
Familia
¿Consigue desconectar cuando llega a casa? Israel le dedica tiempo a la familia y recuerda lo que le pasó un verano: “Coges una deformación profesional y miras las cosas de otra forma. Como anécdota, mi mujer se fue a La Línea de la Concepción por trabajo un verano y yo iba vestido con una camiseta de tirantes de flores, un bañador rosa y chanclas. Entré con ella y mis hijos a un restaurante a comer y nada más sentarme el camarero me dijo, ¿eres policía, verdad? Solo por la forma de mirar y observar se dio cuenta”. En términos generales, desde sus inicios hasta el día de hoy ha notado un avance en cuanto a la concienciación: “Claramente la ciudadanía está más concienciada y encontramos grupos de amigos en el que hay una persona que no bebe y luego coge el coche. Al empezar en la Policía era casi cultura beber y conducir. Hay un trabajo de muchos años y de campañas detrás y se ha ido corrigiendo”.
Futuro
Le queda mucho camino por recorrer en la Policía Local de Almería y se muestra “ilusionado” con el futuro, pero cuando llegue ese momento de colgar el uniforme ya tiene claro qué va a hacer, y es que en la familia el deporte es un pilar básico junto con la educación, el esfuerzo y los valores: “O estoy echando una mano en el Club Natación, donde juega mi hijo y comparto tiempo con él, o el club de boxeo donde intento ir todos los días. Y cuando termine mi carrera no estaré parado. Si la salud me lo permite practicaré deportes de contacto y viajaré con la familia para conocer mundo porque me encanta la historia del arte, la pintura, la escultura y la arquitectura”.