La estimulación cognitiva es un conjunto de técnicas y estrategias que tienen como objetivo el mantenimiento del rendimiento cognitivo, la atención o la percepción, entre otras. A medida que envejecemos, el cerebro pierde ciertas habilidades cognitivas, pero la estimulación cognitiva puede ayudar a prevenir esta pérdida. En la Clínica Neurodem se desarrolla estimulación cognitiva desde el año 2005, por profesionales formados.

La clínica con casi 20 años de experiencia, está formada por un equipo multidisciplinar en la que se atienden todas las patologías neurológicas. El quipo está compuesto por diferentes profesionales,  neurólogos, psiquiatra, neuropsicólogos, neurofisioterapeutas, neurologopedas, neuroterapeutas ocupacionales.

En el caso se la Unidad de Memoria, está formada por la Dra. M. Teresa García López, neuróloga con amplia experiencia en el diagnostico y tratamiento de demencias y  Raquel López  García, neuropsicóloga con formación y años de experiencia en el campo de la estimulación cognitiva.

Dicha unidad, está dirigida a pacientes diagnosticados de una demencia leve o un Deterioro cognitivo ligero es dónde se ha demostrado ser más eficaz. Existen diferentes tipos de demencias, como la la demencia tipo Alzheimer, Demencia por cuerpos de Lewy, Demanciavascula, etc. por lo que es importante un diagnóstico acertado para poder saber las características y evolución de la enfermedad, por eso la importancia de un diagnóstico temprano.

La estimulación cognitiva siempre debe ser realizada por un neuropsicólogo especializado en dicha tarea, debe tener una formación específica, ya que tiene que ser una intervención reglada y dirigida a las características específicas de cada paciente y de la patología que presenta el paciente.

Al paciente se le debe realizar una exploración neuropsicólogica para saber su estado  cognitivo y el estadio de su enfermedad para que la estimulación cognitiva sea efectiva y adecuada a su nivel. El paciente que acude a una valoración para incorporarse a los grupos de Estimulación, normalmente viene derivado por su neurólogo con un diagnóstico previo, ya que no se trata de un taller de memoria, si no que es una terapia específica para personas con una patología específica.

Dichos pacientes,  se encuentran en un estadio leve o con un deterioro cognitivo leve, ya que está demostrada la importancia de recibir dicha estimulación en los primeros periodos de la enfermedad para ralentizar el proceso de ésta.

El primer paso es realizar una exploración inicial para ver el estado cognitivo general en el que se encuentra el paciente. Después de dicha valoración, se le asignará el grupo de características cognitivas, sociales y/o culturales similares, debido a que es importante que el paciente no perciba que se encuentra en un nivel superior o inferior al resto de componentes, ya que puede ser contraproducente.

Es importante realizar estimulación cognitiva, ya que numerosos estudios científicos avalan sus resultados. El objetivo de la estimulación cognitiva es ralentizar la evolución de la enfermedad, ganando calidad de vida tanto de los pacientes como de los familiares.

También ha demostrado grandes beneficios en el estado de ánimo de los pacientes, ya que favorece las relaciones sociales, se sienten en un entorno seguro en el que poder compartir experiencias con iguales.

Desarrollo de las sesiones de estimulación cognitiva

Las sesiones de estimulación cognitiva se realizan en grupos homogéneos, en los que los pacientes son asignados en función de su perfil cognitivo y características personales. Los grupos están compuestos por un máximo de seis personas.

Son dos sesiones semanales de dos horas cada sesión. Todas las sesiones se comienzan realizando orientación temporal. Se realizan diversas tareas de de orientación, cómo explicar que ha hecho durante el fin de semana. Se continúa trabajando la orientación leyendo noticias del periódico que sean de su interés y relacionadas con la ciudad, para que se encuentren mas conectados con lo que pasa en su entorno más cercano.

Posteriormente se trabaja la memoria, dicha función se trabaja en sus diferentes variantes, verbal, visual y auditiva. Se realizan con tareas que sean del interés del paciente. A continuación se pasa a trabajar el lenguaje, realizando tanto tareas orales como escritas.

Seguidamente se trabajan el resto de funciones superiores, asignando semanalmente el desarrollo de la sesión a una de ellas, de tal modo que hay una semana dedicada a la atención, funciones ejecutivas, gnosias, cálculo y praxias.