El 29 de octubre celebramos el Día Internacional del Ictus, un día que se utiliza para la concienciación sobre esta enfermedad que puede dejarnos secuelas irreversibles y cambiarnos la vida, no sólo de quien lo padece, si no de quienes lo rodean.

 

 

Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), aproximadamente el 90% de los casos de ictus se podrían evitar con una adecuada prevención de los factores de riesgo y un estilo de vida saludable. ¿Cuáles son esos factores de riesgos? La hipertensión, el colesterol y la diabetes y ¿Qué es un estilo de vida saludable para evitar sufrir un ictus? Comer saludable, especialmente dieta mediterránea, hacer ejercicio físico, mantener una vida social y cognitivamente activos, evitar el alcohol y no fumar.

 

 

 

 

Durante el pasado mes, la Asociación Neurodem, ha realizado numerosas actividades en la ciudad con el fin de poder trasladar esta información al máximo número posible de almerienses y concienciar de la importancia que tiene cuidarnos para darle vida a nuestro cerebro. No sólo queremos vivir más tiempo, si no que queremos vivir de manera saludable. Nuestros hábitos a lo largo de nuestra vida pueden prevenir en un futuro enfermedades que nos generen una incapacidad.

 

 

El ictus es la segunda causa de muerte en España (la primera en mujeres), la primera causa de discapacidad en el adulto y la segunda de demencia. Se calcula que si no cambiamos nuestros hábitos de vida, en los próximos 25 años aumentará la incidencia en un 27%. Es muy importante conocer cuales son los principales síntomas de ictus para llamar inmediatamente al 1-1-2, puesto que es una urgencia, el tiempo corre en contra de quienes presentan los primeros síntomas.

 

 

 

 

Principales síntomas: pérdida de fuerza de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo de inicio brusco, trastorno de la sensibilidad (hormigueo o acolchamiento) de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo de inicio brusco, pérdida súbita de la visión, parcial o total en uno o ambos ojos, dificultad en el habla, para expresarse o un lenguaje que no puede articular o no comprende, dolor intenso de cabeza de inicio súbito, sensación de vértigo intenso, inestabilidad, desequilibrio o caídas bruscas inexplicadas que se acompañan de cualquier síntoma descrito anteriormente.

 

 

La Dra. García, directora médica de Clínica Neurodem, nos recuerda la importancia de la detección de síntomas de manera temprana para poder llegar pronto al hospital y proceder con las técnicas pertinentes evitando así que las secuelas puedan ser graves. Detectar un ictus a tiempo puede, además de salvarnos la vida, no afectarnos en nuestra calidad de vida y la de aquellos que nos rodean y acompañan.

 

 

No obstante, nuestro cerebro es plástico y podemos trabajarlo para conseguir recuperar algunas de las funciones que hemos perdido una vez que hemos tenido un ictus. Lo podemos conseguir con la neurorrehabilitación, con un trabajo intensivo y temprano para reducir el impacto que produce al principio.

 

 

La neurorrehabilitación consiste en el trabajo en equipo de neurólogos, neuropsicólogos, neurologopedas, neuroterapeutas ocupacionales, neurofisioterapeutas y readaptadores físicos, donde los objetivos se trabajen de manera conjunta para darle calidad de vida a los pacientes intentando mejorar su funcionalidad para llegar a la autonomía e independencia máxima que se pueda.

 

 

Hoy en día hay numerosas técnicas y avances que fomenta el trabajo de la neurorrehabilitación, como es la Estimulación Magnética Transcraneal, que se utiliza en numerosas afecciones que pueden suceder tras un ictus, como es la deglución, las secuelas en miembro superior, trastornos del lenguaje como la afasia, o dolor neuropático.

 

 

La neurorrehabilitación depende de muchos factores, y siempre hay que tener en cuenta cuales son los objetivos del paciente y de los familiares, desde un acompañamiento clínico que de realidad a las expectativas. Es un trabajo en equipo, médicos, terapeutas, paciente y familiares remamos hacia una misma dirección siempre: conseguir autonomía e independencia en el paciente y calidad de vida para la unidad familiar.

 

 

En Clínica Neurodem llevan más de 18 años trabajando con sus pacientes y familiares mano a mano, tendiendo los puentes necesarios para que cada día consigan objetivos que al principio veían imposibles, acompañándolos de cerca desde el primer momento.

 

 

La Clínica Neurodem se encuentra ubicada en la calle Italia, 23, para más información o consultas sobre los diferentes tratamientos y servicios que realizan, pueden contactar llamando al teléfono 950 27 89 76 o, bien visitar su página web www.clinicaneurodem.com