La Voz de Almeria

Almería

El Estado ‘rescata’ dos bargueños del siglo XVII

Las dos valiosas piezas han sido restauradas y lucen en Subdelegación del Gobierno

Lucen desde abril en la zona de recibir de Subdelegación del Gobierno

Lucen desde abril en la zona de recibir de Subdelegación del GobiernoLa Voz

Antonia Sánchez Villanueva

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El episodio por el que dos bargueños datados del siglo XVII fueron rescatados de su ‘retiro’ en la antigua casa de los gobernadores civiles y exhibidos al ojo público empieza, en realidad, con un reloj. Los dos muebles señoriales tipo escritorio, fabricados en maderas nobles y con frontales ornamentados en carey y apliques de bronce, lucen desde abril en la zona de recibir de la Subdelegación del Gobierno, y pronto estarán a salvo del tacto ajeno con unas protecciones de metacrilato.  

Antes de dar la bienvenida a los visitantes nada más subir por la escalinata central y dejar atrás el impresionante fresco de Luis Cañadas, los bargueños fueron sometidos a una restauración que los ha dejado como si casi cuatro siglos no hubieran pasado por ellos

Fue en diciembre de 2016, durante la visita de la arquitecta María José Rodríguez, jefa de área de la Secretaría de Coordinación Territorial del hoy Ministerio de Política Territorial y Función Pública, encargada de supervisar obras en edificios del Estado, cuando varios elementos del patrimonio de la Subdelegación comenzaron a dejar de ser invisibles, pese a haber estado siempre allí. La arquitecta reparó en un reloj de pared de uno de los despachos -concretamente el del vicesecretario de la Subdelegación, Jesús Viciana- y sugirió que podría tener algún valor. No se equivocaba.

Resultó ser una pieza isabelina del siglo XIX, que también ha sido restaurada y adorna a día de hoy las dependencias anexas al despacho del subdelegado.

Pero lo más relevante es que lo que podría haber quedado como un simple comentario y una observación de la arquitecta ha servido para poner el foco sobre el patrimonio mobiliario que guardan los edificios que representan a las más altas instancias del Estado, no solo en Almería, también en otras provincias. Y es que, a raíz de ‘descubrir’ el reloj en el edificio de la almeriense calle

Arapiles, se dictó una instrucción desde el Ministerio para que se hiciera inventario y se informara de las piezas de valor que podrían albergar los inmuebles del Estado.

En el caso de los bargueños de Almería, al entonces subdelegado, Andrés García Lorca, se le encendió la bombilla y recordó que la entonces su vivienda oficial, en la planta superior del mismo edificio, se encontraban las dos piezas, todavía en uso (una en el recibidor y otra en el salón) aunque con algunos desperfectos por el paso del tiempo. Y del dicho al hecho. Los bargueños, a los que hasta entonces nadie había echado demasiadas cuentas, fueron examinados, se hizo la consulta pertinente al Instituto de Patrimonio y se mandaron a restaurar.

Como subraya María José Rodríguez, “el patrimonio mueble de los antiguos gobernadores civiles es muy interesante, pero no está lo bastante estudiado”. Del origen de los bargueños de Almería poco se sabe. Si fueron comprados a un anticuario o cómo llegaron hasta el patrimonio del Estado es, a día de hoy, una incógnita. Lo que sí ha dejado claro el trabajo de restauración es que son muy valiosos y originales. “La Ley de Patrimonio obliga a diferenciar lo que es original e histórico de las aportaciones posteriores, en este caso es original y de buenos materiales”, subraya la jefa de  Área del Ministerio. No solo tienen valor los bargueños, un tipo de mueble archivador concebido para ser transportado en caballerías. También las mesas soporte sobre las que se asientan, con ornamento igualmente de carey. Por eso, tras ser devueltas las piezas a Almería llegaron con una recomendación: “limpiar solo con plumero, nada de frotar ni de productos”, recuerda Jesús Viciana, en cuyo despacho comenzó el ‘rescate’ de los bargueños.

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