Almería vivió ayer unas horas de calor sofocante, uno de los más calurosos de lo que llevamos de año, cuando los termómetros de la ciudad midieron temperaturas que superaron con claridad los 40 grados.

La presencia de vientos de levante, asociados a una muy fuerte insolación, provocaron que en las horas centrales del día, particularmente en el intervalo comprendido entre las doce y media de la mañana y las cinco de la tarde, en la zona centro de la ciudad se midieran entre 43 y 44 grados.

Descenso
La sensación de calor fue incluso superior a consecuencia del viento de levante que presidió la jornada. Sin embargo un ligero cambio de viento, esta vez con parte de componente norte, evitó que ese altísimo calor se mantuviera durante todo el día. A las siete y cuarto de la tarde, por ejemplo, los termómetros que a las tres marcaban 43 o 44 grados ya habían bajado a 37 o 38 grados, es decir un descenso de seis o siete grados en el plazo de unas pocas horas.

Previsiones  
Como suele ser habitual Almería siguió pautas diferentes a las del resto del país ya que ayer mismo la Agencia Estatal de Meteorología anunciaba un descenso de las temperaturas que estos días atrás han atormentado a la mayor parte del país.

Esa bajada de las máximas se hizo más evidente en la parte más occidental del país, pero no llegó hasta la provincia que, si no cambian los vientos, podría vivir hoy una nueva jornada de altas temperaturas. La noche de ayer se esperaba aún muy calurosa con los termómetros cercanos a los treinta grados hasta bien entrada la noche.

Menos calor
Las previsiones que ayer hacía públicas la Agencia Estatal de Meteorología apuntan a que a partir de hoy se registrará una paulatina bajada de las temperaturas, en especial de las máximas, que volverán a valores normales , en el entorno de los 30 o 32 grados en la capital y en las zonas costeras, Un descenso que también se notará en el interior provincial con un clima más fresco.

Isla térmica
La ciudad registra en los días de mayor calor un efecto al que se denomina “isla térmica” que supone que en la zona centro se miden temperaturas de entre dos y tres grados superiores a las de la periferia. Es un efecto debido a varias causas, entre ellas las emisiones de coches o aires acondicionados o el calor que desprende el asfalto o los edificios