"Dicen que en el campo pagamos mal. Pues sabéis que os digo, que los agricultores pagamos lo que podemos". Así es como Samanta, una agricultora almeriense y creadora de contenido en TikTok, denuncia la situación de precios y salarios en el campo de Almería.

Lo ha hecho a través de un vídeo que ha subido a su cuenta en redes sociales AgroSamanta (@paraisoverde18) que, en pocas horas, se ha hecho totalmente viral y en el momento de escribir estas líneas acumula casi 200 mil visitas. 

"Vendemos a precios ridículos"

En el vídeo, Samanta ilustra "la realidad del campo", tal y como ella misma detalla en la descripción, fundamentalmente a través del tema de los precios y los salarios en el sector agrícola. "Pagamos lo que podemos porque la mayoría de las veces vendemos a precios ridículos", cuenta la almeriense.

"Existen supermercados e intermediarios, cosa que entiendo porque aquí todos somos una cadena, pero el agricultor siempre sale mal parado...", apunta la agricultora mientras trabaja en su invernadero de Níjar. Una situación que, pese a ser conocida por la mayoría de almerienses, esta creadora de contenido ha querido compartir a través de un vídeo en el que han comentado más de 400 personas. 

"La mayoría de personas que trabajan en el campo son extranjeros que vienen buscando oportunidades. Cuando consiguen los papeles, se marchan. Yo, como agricultora pequeña, no puedo ofrecer jornada completa... para mí es imposible encontrar personas", denuncia la almeriense sobre la dificultad de encontrar mano de obra de calidad que trabaje en el campo. 

Otro de los temas que la agricultora ha querido señalar es el de la estacionalidad del sector. "Existen muchos meses entre cosecha y cosecha que no estamos produciendo. Para los que piensan que tenemos muchos meses de vacaciones... Que sepan que yo esos meses sufro porque no entra dinero en mi casa y las facturas siguen llegando", concluye la almeriense.

Una situación asfixiante en el campo que, en ocasiones, se vuelve en contra de los agricultores pequeños, que ven cómo no pueden hacer frente a las facturas y los salarios de la mano de obra que contratan por el poco margen de beneficio que reciben por sus productos.