La madre de Gabriel aplaude a Anagrama por su decisión de no lanzar el libro sobre José Bretón
La editorial ha suspendido ‘sine die’ la distribución de ‘El odio’, la polémica obra de Luisgé Martín

El escritor Luisgé Martín, autor de 'El odio'.
La editorial Anagrama ha comunicado este jueves que mantiene su decisión de respetar la petición de medidas cautelares de la Fiscalía para paralizar la distribución del libro sobre las confesiones de José Bretón, ‘El odio’, de Luisgé Martín, y ha suspendido la distribución de la obra ‘sine die’ pese a la denegación posterior de éstas.
En un comunicado, ha manifestado el respeto absoluto que Ruth Ortiz merece y lamenta el dolor que las informaciones divulgadas sobre la publicación y la distribución del libro hayan podido causarle.
La editorial ha considerado que, en una sociedad democrática, debe existir un “equilibrio” entre la libertad creativa como derecho fundamental y la protección de las víctimas, y ha señalado que obras como ‘El odio’ requieren una doble dosis de responsabilidad y de respeto.
Tras conocer el comunicado de la editorial, Patricia Ramírez, la madre del niño Gabriel Cruz que fue asesinado en Níjar y cuya desaparición movilizó a la sociedad durante varias semanas, ha celebrado que Anagrama haya “rectificado” con la “suspensión indefinida” de la publicación, para así respetar "la voluntad" de Ruth Ortiz y la imagen de sus hijos.
“Me siento orgullosa de pertenecer a esta sociedad en la que nos hemos unido para ayudar a empatizar de verdad con las víctimas”, ha trasladado Ramírez en un mensaje compartido en sus redes sociales en el se hace eco de la decisión de la editorial de paralizar la distribución de la publicación sobre José Bretón.
La almeriense, como recoge Europa Press, fue una de las voces que se alzó desde el primer momento en contra de la publicación de la novela. “No podemos dar voz de ninguna manera a un asesino”, trasladó hace una semana a la opinión pública, a la que pidió movilizarse para “exigir un stop definitivo” de la obra literaria.
“Cuando la ley está pero no disuade al que no tiene reparo en poner sus intereses por encima del dolor del otro, es la sociedad unida la que puede responder ante la falta de ética y empatía construyendo y defendiendo un lugar seguro para todos”, ha añadido en otro apunte que acompaña con la imagen de un pez como símbolo en recuerdo a su hijo, ya usado dentro de su campaña ‘Nuestros peces no se venden’ contra la mercantilización y explotación mediática de la imagen de los niños víctimas de delitos.
Ramírez, quien en los últimos años ha mostrado su activismo a favor de protección de la imagen de las víctimas de crímenes violentos, especialmente cuando se trata de menores, reclamaba que libro sea suspendido “para siempre” y no solo de manera “temporal” por parte de la editorial.
El volumen iba a ser publicado el 26 de marzo, si bien la editorial suspendió sus acciones ante la intervención de la justicia a instancias de Ruth Ortiz y del Servicio de Atención a Víctimas de Andalucía (SAVA), que acudió a la Fiscalía.
Patricia Ramírez ya consiguió, por su parte, paralizar la producción y emisión de un documental para una plataforma audiovisual sobre el caso de su hijo para el que, según los datos con los que contaban, se habían producido entrevistas en la prisión de Brieva (Ávila) Ana Julia Quezada, condenada a prisión permanente revisable por el asesinato del menor.
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No obstante, para conseguir su objetivo volvió a exponerse nuevamente ante los medios, ante los que ofreció ruedas de prensa, y convocó una manifestación por las calles de Almería para reclamar amparo a los poderes públicos. También compareció ante la Comisión de Interior del Senado a petición propia para dar cuentas de las “irregularidades” que se habían cometido en el interior del centro penitenciario.
Desde entonces, ha participado en foros y espacios de opinión para fomentar la protección de las víctimas y evitar que sufran “más dolor” mediante la producción de determinados proyectos de ‘true crime’ que, según ha defendido, pueden vulnerar derechos fundamentales o explotar de manera “inadecuada“ determinados casos solo por lucro.