A lo largo de la comarca del Bajo Andarax como símbolo del desarrollo floreciente de los pueblos de la provincia almeriense, se extiende la localidad de Huércal de Almería. Un municipio que, tras su independencia de la capital, se ha erigido en un centro industrial de gran importancia para el desarrollo económico de la zona. 

Desde sus orígenes, el núcleo de Huércal ha estado ligado a la ciudad, ya que, además de pertenecer durante siglos a su término municipal, no hay que olvidar que se halla situado en una zona donde se inició el desarrollo de la urbe almeriense, a través del floreciente desarrollo de Pechina, epicentro de la comarca del Andarax. Todo ello unido a los escasos cinco kilómetros que lo separan de la gran ciudad.

Tras la creación de la urbe almeriense alrededor de lo que había sido una atalaya para la vigilancia y defensa de invasiones enemigas, la Alcazaba, la zona de los alrededores se transforma en una serie de núcleos adyacentes al casco urbano, considerados como arrabales, que se hallan fuera de las murallas. 

Huércal de Almería y los Reyes Católicos

Junto a Huércal formaban parte de la capital las localidades de Roquetas de Mar, Aguadulce, Vícar, Níjar, Gádor, las Salinas, Ribera de la Algaida, Parador de la Asunción, Félix, Enix, Santa Fe, Rioja, Tabernas, Benahadux, Pechina, Viator, Campo del Alquilan y Huebro. Los reyes Católicos respetan esta distribución y, por un decreto suyo, el 8 de diciembre de 15001 dan al núcleo de Huércal la denominación de arrabal de Almería. 

Esta denominación de arrabal se mantuvo a lo largo de los siglos, por lo que en el Catastro de Ensenada de 1752 la descripción que se realiza de Huércal le define como arrabal de la ciudad de Almería. 

La pertenencia de estos arrabales durante varios siglos obedece a la que la Almería moderna sustituta a la musulmana dentro de las murallas de la ciudad. Será a partir del siglo XVII cuando la urbe sale extramuros y llega a la Torre de Cárdenas, al molino De la Torre y al río por el camino que va hacia Cabo de Gata. 

De la huerta del Bajo Andarax a la ciudad

El nombre de Huércal proviene de la época musulmana, derivado del término Warkal. Durante siglos, su economía se basó en la agricultura de regadío, aprovechando las aguas del río Andarax. Sin embargo, el fuerte crecimiento demográfico experimentado desde finales del siglo XX transformó radicalmente su fisonomía.

Sin embargo, a pesar de su modernización, Huércal de Almería conserva elementos de su pasado histórico, como la Iglesia de Santa María, edificada en el siglo XIX, o las antiguas casas señoriales que aún salpican su casco urbano.