La iglesia de estilo Barroco Almeriense considerada "la catedral de Los Vélez"
El templo, construido en ladrillo a cara vista sobre basamento de piedra de sillería, forma un conjunto armónico y majestuoso, de grandes dimensiones y cuya obra data de 1753
Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, Vélez-Rubio.
Le llaman iglesia, pero por sus monumentales proporciones bien podría haber sido catedral. Arquitectónicamente, la Encarnación de Vélez Rubio es uno de los templos cristianos más importantes Andalucía Oriental.
La señorial fábrica de la iglesia de la Encarnación, mandada construir por el décimo marqués de Los Vélez, Antonio Álvarez de Toledo, destaca sobre el conjunto urbano como una mole sólida y elegante que se eleva por encima de los edificios que la rodean desde 1768.
De estilo barroco y con elementos neoclásicos, impone por su tamaño interior amplio, luminoso y decorado con retablos de piedra, dividido en dos cuerpos y un ático, a lo que se suman imágenes de estilo barroco de gran valor. Tanto es así que fue reconocida en 1982 como Monumento Histórico-Artístico de carácter nacional.
Un hito arquitectónico declarada monumento nacional
Se halla situada en un privilegiado emplazamiento de la población, en el centro del plano urbanístico del siglo XVIII, destaca por su notable fachada que recuerda a las catedrales, con dos robustas torres laterales de 37 metros de alturas cubiertas con bóvedas de crucería que enmarcan la portada barroca ricamente ornamentada.
Su planta responde a un modelo tradicional de cruz latina sobre una planta rectangular, dividida en tres naves de desigual altura y separadas por enormes pilares.
IGLESIA DE LA ENCARNACION DE VELEZ-RUBIO
El retablo mayor de madera está dedicado a la Encarnación, tallado por Francisco Zesta (1769-1777) en la segunda mitad del siglo XVIII, la advocación mariana del templo, acompañado de un órgano histórico, construido en 1771 por el maestro organero Guillermo Donoyen, siendo una de las piezas piezas más notables del templo que acompaña en celebraciones litúrgicas y conciertos.
A todo ello se le suma que cuenta con numerosas capillas laterales, donde destaca el San Antonio de Salzillo. Además, como nota curiosa, su tamaño y majestuosidad son tan notables que, cuando uno llega a Vélez-Rubio, la iglesia se divisa desde casi cualquier punto del municipio, dominando el paisaje urbano rodeado de naturaleza.