Netflix está de celebración en España. La plataforma cumple diez años en nuestro país y para conmemorar esta primera década de series, películas y éxitos han lanzado un vídeo que recoge algunos de los hitos alcanzados en este tiempo

Con la voz de Blanca Suárez como narradora, la campaña repasa el impacto global de producciones nacionales como ‘La casa de papel’, ‘Las chicas del cable’, ‘Élite’, ‘Paquita Salas’, ‘Machos alfa’, ‘La sociedad de la nieve’ y ‘El hoyo’.

Además, el vídeo, difundido a través de sus redes sociales, presume del talento de los técnicos españoles y de cómo la plataforma de la gran N ha aprovechado las posibilidades de España como un “inmenso plató internacional”, apoyándose en imágenes de ‘The Crown’ y ‘Black Mirror’, dos de sus éxitos mundiales.

“España nos dio las historias, el talento y el corazón. Nosotros solo pusimos el foco”, reza una de las frases de la campaña. Sin embargo, en relación a Almería, donde han filmado varios títulos a lo largo de esta década, Netflix ha estado claramente desenfocada.

Netflix olvida a Almería

En sus casi cinco minutos de duración, el vídeo muestra con orgullo cómo Sierra Nevada se convirtió en los Andes para ‘La sociedad de la nieve’, el largometraje en español más visto en la historia de Netflix, recuerda cómo la serie ‘Soy Georgina’ “disparó el turismo en Huesca” o desvela que una fábrica catalana de tableros de nogal multiplicó por diez sus ventas tras el furor por el ajedrez a raíz de ‘Gambito de dama’.

Sin embargo, aquí viene la pifia: “¿‘Black Mirror’ en Málaga? Normal”, se escucha en voz de Blanca Suárez. 

Pues de normal, nada: las imágenes muestran el característico Desierto de Tabernas como parte del episodio ‘Black Museum’, la historia que cerraba la cuarta temporada.

Si bien es cierto que la serie distópica creada por Charlie Brooker empleó también en el citado capítulo localizaciones de Málaga y Valencia, los dos fragmentos que aparecen en la campaña corresponden a secuencias filmadas en nuestra provincia: fue en mayo de 2017 cuando la producción utilizó, en el cruce de la autovía con la carretera de Tabernas, el entorno del antiguo restaurante Alfaro (que se pintó totalmente de negro) y la cercana estación de servicio Repsol.

Un sonoro error

La omisión de Almería por parte de Netflix, tan sonora como su característico ‘tudum’, es doblemente dolorosa. 

Primero, por no haber sabido identificar el paisaje desértico almeriense, tan característico y reconocible para el cine y la televisión. A pesar de sus más de setenta años de historia como escenario de rodajes, está claro que aún quedan por hacer muchos esfuerzos (locales, provinciales, regionales y nacionales) para que esa tradición siga viva, más aún cuando empujan fuerte otros territorios como Canarias y Navarra (a sus paisajes se suman sus incentivos fiscales) y Málaga (por su creciente atractivo internacional).

Segundo, porque el gigante del ‘streaming’ ha utilizado en muchas ocasiones la provincia como plató natural de rodajes: así lo ha hecho, por ejemplo, en series como ‘White Lines’, ‘La casa de papel’, ‘Berlín’, ‘Sky Rojo’, ‘Kaos’, ‘Jaguar’, ‘The Crown’, ‘Engaños’, la citada ‘Black Mirror’ y la pendiente de estreno ‘Dos tumbas’.

“Tenemos material de sobra para, por lo menos, otros diez años de historias que dan para Netflix”, concluye el vídeo. Ojalá entonces corrijan este grosero error y sí otorguen a Almería el lugar que se merece en el universo de las localizaciones cinematográficas.