Ayer, lunes de Pentecostés y a las diez de la mañana, Nuestra Señora del Rocío visitaba a la Hermandad de Almería durante la tradicional procesión por las calles de la Aldea de Almonteña.

Eran las 3,13 horas de la madrugada de ayer cuando los almonteños saltaban la reja para iniciar la procesión con la Reina de las Marismas, visitando a cada una de las 114 hermandades filiales que han realizado la romería, en un gesto que simboliza la devolución de la visita que efectuaron al Santuario durante la presentación, que en el caso de Almería lo hizo el sábado a las ocho y media de la tarde y ante la Hermandad Matriz de Almonte.

Llamada del consiliario
En la confluencia de la Plaza de Doñana y la calle Almonte es donde se sitúa la Hermandad del Rocío de Almería con su Simpecado para recibir a la Blanca Paloma.

Eran las diez de la mañana cuando la Virgen, portada por los hombres de Almonte, se acercaba hasta los rocieros almerienses, siguiendo un ritual no escrito y que realizan los distintos consiliarios. “El consiliario, Esteban Belmonte, a hombros de nuestros hermanos rocieros, inició el rezo de la Salve en el momento que la Virgen del Rocío se aproximaba a los almerienses. El encuentro con nuestra madre es un momento que está cargado de especial intensidad. Esta visita finaliza con los vivas y cerrada ovación a la Virgen. El instante inunda de cargada emoción el ambiente entre los almerienses, que saben que es el significa el regreso a la casa-hermandad para preparar el equipaje para iniciar el camino de regreso”, señala Ángel López Jerez, que junto a su hermano, Manuel y un grupo de rocieros y rocieras, realizan el camino del rocío en su carriola que recibe el sobrenombre de ‘El tamboril de Mar y Rocío’.

Ante la Matriz
Las presentaciones que realizan las 114 hermandades filiales ante la Hermandad Matriz de Almonte, previas a la procesión y entre las jornadas del viernes y sábado, es el encuentro oficial ante Nuestra Señora del Rocío. Almería, que es la hermandad número 69, le realizó el sábado a las ocho y media de la tarde. Hay que destacar que la Hermandad del Rocío almeriense ha realizado una de las presentaciones más importantes y numerosas de cuantas ha hecho hasta la fecha. El cortejo lo abría la cruz parroquial y faroles. Le seguían caballistas, portando tres de ellos las banderas de España, Andalucía y Almería. La junta de gobierno, encabezada por su hermano mayor, Francisco Marín Lupión, se situaron ante la carreta tirada por bueyes, que portaba el Simpecado y acompañados por más de 3.000 rocieros almerienses, llegados de toda la provincia, El Ejido, Roquetas de Mar, Vera o Mojácar, entre otros; y almerienses residentes en otras provincias, como el periodista Cristóbal Cervantes, pregonero de la Hermandad de Almería.

El abrazo que tras el rezo de la Salve le brindó el hermano mayor de la Hermandad Matriz a su homónimo almeriense, Marín Lupión, simboliza el gran cariño que la Hermandad almonteña le profesan a Almería.