Las opciones de ascenso directo, limitadas
Haciendo pleno, el Almería alcanzaría los 87 puntos...

Decepción absoluta en el Almería después de perder con el Rayo Vallecano.
Quedan nueve jornadas y los pupilos de José Gomes acumulan 60 puntos. Este año el ascenso directo se sitúa en la barrera de los 80 y ya será muy difícil alcanzar ese registro. En caso de sumar victorias en los nueve compromisos que quedan hasta el final de Liga, la UD Almería llegaría a los 87, que podrían no ser suficientes para pillar a Espanyol y Mallorca, que dependen de sí mismos y con margen para subir por la vía directa. Lo que ocurra este domingo con estos dos clubes va a marcar en último tramo de competición.
Pleno
Si el Espanyol gana al Albacete se irá a los 67, mientras que el Mallorca, en caso de vencer en Las Palmas, también llegaría a esa cifra. De ser así, los dos primeros tendrían la posibilidad de sumar 94 a final de temporada. “Que tengan todos claro que el Almería va a estar ahí hasta el final”, sentenció José Gomes.
El equipo visitará el próximo domingo al Real Zaragoza, inmerso en la lucha por la permanencia. Después llegará el RCD Espanyol, que últimamente tiene la flecha hacia arriba y todo le sale a pedir de boca. Para cerrar abril tocará viajar a Miranda de Ebro. Luego se suaviza el calendario recibiendo al Real Oviedo, viajando a Tenerife y de nuevo en el Mediterráneo con el Albacete Balompié. Las tres últimas jornadas serán ante el Cartagena, fuera de casa; el Logroñés en el Estadio; y por último viaje a Gijón para medirse a un Sporting que puede colocarse a un punto si vence esta jornada.
Esperar
Ir ganando y esperar. Es la única vía que le queda al club que preside Turki Al-Sheikh si quiere conseguir el ascenso directo, que se ha complicado mucho después de perder con el Rayo Vallecano. Seguro que Espanyol y Mallorca van a pinchar, pero el problema es que deberían hacerlo al menos dos o tres veces en nueve compromisos y el Almería no puede fallar. La vía del Play Off es la que gana muchos enteros y al grupo le cuesta ante rivales directos. Aquí nadie baja los brazos, pero es casi obligatorio hacer pleno.