Opinión: Máximo respeto a la Ponferradina
Hay que tomarse muy en serio este partido

El Almería viene de hacer un gran partido en Barcelona... pero perdió.
Opinión: El mejor Almería de toda la temporada quizá fue el que se medía y perdía con el Espanyol en Cornellá-El Prat. Los rojiblancos entraron al partido concentrados, motivados, y dispuestos a ganar a un grande. Era un encuentro con aires de Primera División, y suele pasar que tras una gran batalla se suele fallar más que una escopeta de caña. Que no pase.
Hay que tomarse muy en serio a la Ponferradina, que no jugamos contra mi ‘tía Encarna’. Basta recordar que la pasada temporada nos metieron tres en el Mediterráneo con casi 10.000 aficionados en las gradas y con Guti en el banquillo.
La Liga nos da los mismos puntos por ganarle al Espanyol que por hacerlo a la Ponferradina, y en el camino hacia una de las dos plazas de ascenso directo no se debe de quedar ni un solo punto por el camino. No hay afición, no existe presión, y da lo mismo que sea El Toralín que el Mediterráneo a la hora de conquistar la victoria, y el agente motivador del equipo de Bolo debe ser mayor que el de Gomes por aquello de los presupuestos que barajan los clubes.
Solo el Almería de Barcelona está llamado a vencer a la Ponferradina. Atentos y sin errores. Enchufados y concentrados con el debido respeto hacia el rival. Seguro que el entrenador del Almería les habrá avisado del tema, pero si alguien no lo tiene claro que mire los números del rival y el lugar que ocupa en la tabla, tan de Play Off como el Almería.
Un respeto para la Ponferradina, que venimos de ofrecer una imagen de Primera pero sin un solo punto. Vamos a empezar bien el año con el mismo talante que se ofreció ante los grandes de la Liga: y no nos llegó para vencerles. Pillar al Espanyol pasa por arañar triunfos y aferrarse a la categoría jugando como todos: para sumar, sin más. No me gusta ser mejor que el rival y perder los partidos. Esta Liga de Segunda División es para los equipos prácticos y el Almería ha demostrado que lo puede ser.
Nos queda la asignatura pendiente de los grandes de Segunda, y al resto de rivales (con el debido respeto) se les debe de ganar por calidad, talento y talante.