La ceremonia comenzó con la intervención de José Ramón Carrasco Arce, quien dio la bienvenida a los nuevos colegiados y tuvo un recuerdo especial para María del Mar Gázquez Alcoba, decana durante más de dos décadas. En su discurso, Carrasco Arce también hizo referencia a la Ley 1/2025 de Eficiencia de la Justicia, señalando algunas deficiencias que podrían retrasar los procedimientos judiciales y afectar al ciudadano, subrayando la necesidad de corregir ciertos aspectos para garantizar el buen funcionamiento del sistema. A continuación, el Decano del Colegio de Almería, Diego Ramos, cedió la palabra al secretario judicial, encargado de dar lectura al expediente de los juramentados, dando inicio al momento más solemne del acto.

Los cinco nuevos procuradores, Alejandro Moreno Escobar, María Esther Muñoz Navarrete, Susana García Contreras, Pamela Elisabeth García Sánchez y Manuel Jesús subieron al estrado acompañados de sus padrinos para realizar la jura o promesa profesional, leyendo el compromiso que los une con los derechos del justiciable mientras la Sala Noble seguía atenta cada palabra. El Presidente de la Audiencia recordó la importancia de la Constitución, situando la libertad y la justicia como valores fundamentales de la profesión y animó a los nuevos procuradores: "Trabajamos en un mundo que defiende los valores esenciales de los ciudadanos; no os dé miedo". Por su parte, el Fiscal Jefe añadió un toque de realismo y motivación: "Se incorporan a una profesión bonita pero exigente. Para administrar justicia, lo más importante es creer en ella".

Tras la jura, comenzó el recorrido por las distintas distinciones profesionales, en el que fueron entregándose insignias y diplomas a quienes celebraban aniversarios especialmente significativos en su trayectoria. Recibieron el reconocimiento a sus 40 años de ejercicio María del Carmen Soler Pareja, Francisca Cervantes Alarcón y José Juan Alcoba López; mientras que por sus 25 años de dedicación, tanto la Mutualidad como el Consejo General distinguieron a María Josefa Andreu Martínez y Encarnación López Fernández. A continuación, el Colegio de Procuradores homenajeó a quienes cumplían 20 años de profesión, en este caso Irene González Gutiérrez, Diego Moreno Cortes y María Pastora Relaño de Hoces.

El acto continuó con la entrega de diplomas a las procuradoras jubiladas y las placas de agradecimiento a los funcionarios de Justicia por la labor prestada en los juzgados y el trato ofrecido durante años a los procuradores, un gesto que cerró este bloque en un ambiente de sincera cordialidad y reconocimiento mutuo.

El punto culminante de la jornada fue el homenaje a María del Mar Gázquez Alcoba, nombrada Decana de Honor tras más de veinte años al frente del Colegio. Su hijo se dirigió a ella con palabras cargadas de cariño y admiración, evocando su compromiso con la profesión y su legado como decana. La emoción se palpaba en el ambiente: aplausos, sonrisas y miradas cómplices llenaban la Sala Noble mientras todos rendían homenaje a una figura que ha marcado la historia del Colegio de Almería.

La clausura del acto llegó con las intervenciones institucionales, que pusieron el broche solemne a una mañana cargada de emoción y reconocimientos. El Fiscal Jefe de Almería tomó la palabra para dirigirse nuevamente a los nuevos colegiados, recordándoles que se incorporan a una profesión “tan bonita como exigente”, y subrayando que la confianza en la Justicia es el motor imprescindible de quienes trabajan cada día para sostenerla.

Después, el Presidente de la Audiencia Provincial cerró la jornada con un discurso tan sobrio como cercano. Agradeció públicamente la labor desempeñada por María del Mar Gázquez a lo largo de más de dos décadas —un agradecimiento que volvió a despertar aplausos sentidos— y enlazó ese reconocimiento con un recordatorio esencial: la Constitución, dijo, coloca en primer lugar la libertad y, en segundo término, la justicia, valores que deben guiar el camino de todo procurador.

Se dirigió especialmente a los recién juramentados, alentándolos a ejercer sin miedo y con plena conciencia de que trabajan en un mundo orientado a la defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos. También tuvo palabras de afecto para las procuradoras jubiladas, cuyo legado, aseguró, “forma parte ya del tejido familiar de la justicia almeriense y son historia del Colegio”.

Con sus palabras, la Sala Noble —llena de familiares, amigos y operadores jurídicos— se puso en pie para dar por concluida una ceremonia en la que tradición, reconocimiento y vocación de servicio público se entrelazaron antes de continuar el encuentro en un ambiente más distendido durante el almuerzo de hermandad.

Con sus palabras, la Sala Noble —llena de familiares, amigos y operadores jurídicos— se puso en pie para dar por concluida una ceremonia en la que tradición, reconocimiento y vocación de servicio público se entrelazaron. Posteriormente, los asistentes se desplazaron a la Casa del Mayorazgo para compartir un almuerzo institucional, un momento distendido donde procuradores, familiares y autoridades pudieron intercambiar impresiones, reforzar vínculos y celebrar juntos los reconocimientos del día.