El calor del asfalto del Karting Copo forma una bruma sobre el alquitrán que invita a quedase a la sombra, pero la adrenalina ya corre por las venas, toca darle puño. Antes de la salir, los pilotos del club Punto Moto de Almería, calientan con sus trajes puestos, unas cuantas rotaciones de rodillas más y a cerrar la cremallera. Los motoristas tienen entre cinco y 14 años, la mayoría son niños, pero también hay dos niñas. Entre los pupilos Francis Herrera, que a los cinco años está a una carrera de proclamarse campeón de España en el premio el Gran Premio Metrakit del Campeonato nacional ANPA.

Francis (Instagram @francis03gp) todavía no sabe leer. Es inquieto, incansable, un niño en toda regla. Desde los tres años mostró una pasión inusual: las motos. Hacía preguntas técnicas a su padre sobre el motor, pese a que ni él, guardia civil, ni su madre, agricultora sin afición por las motos, podían darle muchas respuestas.

La familia decidió actuar. Lo llevaron al circuito y lo subieron a una minimoto capaz de alcanzar los 90 km/h. Allí ocurrió la magia. Dos años después, Francis está cerca de proclamarse campeón de España en su categoría. Su sueño ahora es seguir los pasos de Marc Márquez, el piloto español más laureado.

La madre, Loli, reacia al principio ahora dice que hará todo lo posible porque su hijo cumpla su sueño. Pero ella y su marido sopesan que es un deporte caro. Ella que conoce el buen corazón de su hijo y su timidez lo anima a que acepte las felicitaciones sin agachar la cabeza. “Tenías que vernos cuando vamos a las carreras cargando el coche, buscando alojamiento para todos. El abuelo, Francisco, siempre viene a todas las carreras y los entrenos, es un gran apoyo”, dice Loli.

Pero que el pequeño gane no depende solo de su destreza, sino del equipo. Francisco, el padre, hizo un llamamiento por redes sociales para que alguien lo ayudara con la mecánica de la moto. Entonces apareció el mecánico, Alberto Bartumeus, quien lleva toda la temporada apoyando al pequeño con su trabajo de forma altruista. “Después de cada carrera o entreno hay que rehacer la moto de nuevo prácticamente”, dice el padre.

El niño recibe clases prácticas y teóricas sabe lo que es una trazada, un chicane o cómo debe entrar a la curva. Su padre dice que se transforma en un adulto cuando entra al circuito; cambia la postura del cuerpo y está totalmente concentrado. Francis no solo es responsable en el asfalto sino también fuera, cuando le regalan dinero se lo da a su padre para los gastos de la moto.

¿Cómo empezó todo?

El niño tenía mucho interés por las motos desde los tres años. Tarde o temprano sabía que acabaría cogiendo una moto entonces pensé que lo mejor era que empezara cuanto antes y supiera cómo. El primer día que vino al circuito el instructor le dio una moto le explicó cómo funcionaba y salió a rodar, tenía tres años, yo no me lo podía explicar.

¿Cuántos entrenamientos hace Francis a la semana?

Dos veces en semana con su club Punto Moto en Almería, y otras dos veces por semana en Murcia para que tenga contacto con más niños de su edad. En el club murciano entrenan 30 niños. En cada sesión echa tres horas entre práctica y teoría. Este deporte es muy minoritario, por ejemplo en Almería solo hay un circuito donde pueda entrenar, no es como fútbol que hay muchísimos campos y clubes.

¿Cómo ha ido esta temporada?

Pues ha quedado el primero de su categoría, es una carrera en la que compiten niños de toda España. Fue una carrera nocturna el pasado 6 de septiembre en Málaga. Ahora estamos esperando la próxima carrera en Valencia el 11 de octubre.

Como padre ¿Qué tal llevas las caídas?

Siempre estoy en tensión, he visto a Francis volar 10 metros, levantarse coger la moto y continuar. Mi mujer no lo quiere ni ver, aunque viene a las carreras. Por mí ojalá me dijera mañana que quiere dejar la moto. Alguna vez lo he sacado del circuito porque no lo he visto en condiciones y le he dicho que las motos se quedaban, entonces él liaba una barraquera pidiéndome por favor que nos las lleváramos.

¿Qué tal lleva las derrotas?

La última la celebramos como si fuera una victoria porque era la primera vez que rodaba bajo la lluvia, fue en San Lúcar. Aún así mantuvo un cuarto puesto, yo estaba muy contento y él un poco sorprendido, pero generalmente se lo toma bien.

¿Tenéis patrocinadores?

Sí todos los que lleva en la camiseta, cada uno aporta lo que puede no pido una cantidad específica. Aunque esto es caro, he hecho un presupuesto para solicitar una ayuda del ayuntamiento de Roquetas y he calculado que son unos 7000€ al año.

Veo que a los entrenamientos viene también el abuelo y la hermana.

Si toda la familia está implicada. Hasta hace unos meses trabajaba en Sevilla y era mi padre y mi mujer quienes se encargaban. Mi padre lo da todo y eso que nunca quiso comprarme una moto.