Un almeriense, protagonista desde el césped en el histórico homenaje a Luka Modric y Ancelotti
El colegiado Morales Moreno fue el encargado de levantar el cartelón que llevó al cambio del legendario jugador

Morales Moreno levantando el cartelón eléctrico con el número 10 de Modric.
El estadio Santiago Bernabéu vivió el pasado sábado uno de los momentos más emotivos de los últimos años para sus aficionados e incluso para los seguidores del fútbol en general. Y es que la trascendencia que ha tenido Luka Modric en el terreno de juego durante las últimos lustros no necesita explicaciones, al igual que lo que ha supuesto el trabajo del entrenador Carlo Ancelotti, el más laureado en la historia del club.
Ambos -y otras figuras como Lucas Vázquez- se despidieron del Real Madrid junto a su público el pasado sábado en un partido que tuvo un participante de excepción natural de la provincia de Almería. Se trata de Pablo Morales Moreno, el colegiado veratense que habitualmente realiza su labor como trencilla principal en la Primera Federación aunque también ha aparecido en encuentros de la máxima categoría realizando la función d cuarto árbitro.
Tanto es así que fue el encargado de levantar el cartel eléctrico que señalan los cambios y que hizo que en este caso, un gesto habitual de cada partido cobrara un sentido histórico, ya que en una de esas ocasiones el cartel que tuvo que levantar fue el que marcó el número 10 de Modric, indicándole que debía así salir del campo y dando comienzo al homenaje, al igual que ocurrió también con Lucas Vázquez.
Es lo que sucedió el pasado sábado en la capital madrileña coincidiendo con los emotivos homenajes que se dieron sobre el campo. Es más, el partido se tornó aún más especial si cabe para el árbitro natural de Vera puesto que también se despidió de los terrenos de juego quien le acompañó ese día como colegiado principal del encuentro.
Se trata del malagueño Mario Melero López, quien arbitró su último partido el pasado sábado en el Santiago Bernabéu llegando así a los 159 enfrentamientos de máximo nivel dirigidos por éste.
Por su parte, Morales Moreno llegó al arbitraje cuando tenía 14 años y se ganó un ascenso tras otro hasta situarse con 24 años a ser árbitro de Segunda División B, cumpliendo ya entonces también con el papel de ser cuarto colegiado en Segunda División. Este pasado fin de semana fue en la Primera División donde realizó ese trabajo siendo testigo, sobre el césped, de unos minutos que millones de aficionados nunca olvidarán.
"Estoy disfrutando mucho en primer año en Segunda División B después de tres temporadas en Tercera División, el cambio se nota. Disfrutando de los compañeros y sobre todo aprendiendo mucho de todos. El cambio es grande porque ya salimos de cuatro árbitro en Segunda División el primer año y podemos compartir experiencias con compañeros de Segunda División que nos enseñan bastante", declaraba entonces, cuando rondaba el 2019, a este periódico.
Ahora, sus objetivos y su experiencia es otra, pero lo que no deja de ser una constante en su trayectoria es la vivencia de momentos históricos para el deporte como en el que estuvo presente el pasado sábado.