El Auditorio de El Ejido se ha convertido este jueves en el epicentro de la conmemoración del 43º aniversario de la constitución del municipio tras su segregación de Dalías-Celín, un emotivo acto institucional en el que se ha rendido homenaje a las personas, empresas y entidades que han sido clave en la transformación económica, social y cultural de la localidad desde aquel 11 de septiembre de 1982.

Bajo la presidencia del alcalde, Francisco Góngora, el acto ha puesto en valor no solo estas más de cuatro décadas como municipio independiente, sino una historia más profunda y extensa. “La historia de El Ejido va mucho más allá de estos 43 años; es una historia milenaria que, desde los años 60, ha vivido una transformación sin precedentes en toda la geografía española, impulsando un potente tejido agroindustrial que ha hecho de esta tierra un motor económico”, ha afirmado el regidor durante su intervención.

Uno de los momentos más significativos de la gala fue la entrega de reconocimientos oficiales a personas e instituciones cuya labor ha dejado una huella imborrable en el municipio. Cinco premios, dos Escudos de Oro de la Ciudad y la Medalla de Oro de El Ejido han sido concedidos como muestra de gratitud colectiva.

Personas y entidades que inspiran

El Premio a la Excelencia Agrícola fue otorgado al Grupo SUCA, una cooperativa de segundo grado con sede en El Ejido, por su constante innovación, apuesta por la sostenibilidad y su apoyo técnico a más de 70 cooperativas en toda Andalucía. Juan Moya, su presidente, recogió el galardón.

El restaurante Casa Ricardo, fundado en 1971 por Ricardo García y Rosalía Gómez, recibió el Premio a la Trayectoria Profesional, símbolo de una vida dedicada al servicio y a mantener la esencia de la hostelería tradicional.

Semilleros Laimund fue distinguido con el Premio al Compromiso Social por su implicación en proyectos de inclusión como AgroIntegra, promovido junto a la asociación Down El Ejido, fomentando la autonomía y empleabilidad de personas con discapacidad intelectual.

El Grupo Cooperativo Cajamar, pilar del desarrollo económico de la agricultura ejidense, recibió el Premio al Desarrollo Económico, galardón recogido por su presidente, Eduardo Baamonde.

Por su parte, la Asociación Cultural Athenaa fue distinguida con el Premio a la Apuesta por la Cultura, por su labor en la protección del patrimonio histórico, cultural y natural del municipio. Samuel Caro, su presidente, recogió el premio.

Además, la Medalla de Oro de El Ejido, una de las más altas condecoraciones municipales, fue concedida a Dionisio Martínez Durbán, figura clave en el diseño urbanístico del municipio desde sus primeros pasos como técnico municipal incluso antes de la segregación.

Y, asimismo, se otorgaron Escudos de Oro de la Ciudad a dos empresarios ejemplares: Salvador Acién Palmero, pionero de la distribución de bebidas y referente en la hostelería del Poniente almeriense, y Salvador Barranco Mateo, fundador de la empresa de transportes Inter Cañabate SL, cuyo legado fue recogido por sus respectivas familias.

Visión de futuro

El alcalde ejidense cerró su intervención con un mensaje optimista pero firme: “El Ejido sigue adelante, con retos e infinitas posibilidades. Estoy convencido de que, si culminamos el reto hidrológico, avanzamos en cohesión social y mantenemos una gestión eficiente, el municipio seguirá creciendo en oportunidades y calidad de vida”.

El Auditorio también acogió el homenaje a nueve funcionarios municipales jubilados en 2025, reconociendo su dedicación al servicio público y su contribución al desarrollo de la administración local.

Por último, el acto concluyó con una ovación cerrada para todos los galardonados, brindis y una mirada al futuro con determinación.