Nadie debe convertir su conducta en daño para otro
“Definitivamente no todo vale en la vida o en la política, de ahí el hartazgo ciudadano”
Junto a la judicatura y la docencia universitaria, la actividad institucional en el marco de la localidad de Albox, en lo profesional, han significado, la mayor aspiración para una humilde letrada hija de una familia trabajadora de origen almeriense del levante garruchero. He tenido la oportunidad, con mi participación en la Administración Local de trascender el plano teórico del enseñante y la capacidad de decidir e impartir justicia del Magistrado, al contacto con la realidad social directa, convivir con las dificultades y sobre todo trasladar soluciones en materia laboral y también de libertades habiendo convertido a esta hermosa localidad en la primera ciudad española defensora ante la justicia de la convivencia y contra la delincuencia. Definitivamente no todo vale en la vida o en política, de ahí el hartazgo de los ciudadanos a una forma que debe ser ya superada de la política, que es el infundio, la infamia, el insulto, las medias verdades cuando no la mentira. Si bien yo siempre he sido defensora de la libertad de expresión, derecho sin el que el edificio constitucional se derrumbaría. En cualquier estado de derecho debe ser inadmisible la permisividad ante cualquiera sin ninguna clase de escrúpulos, con ligero tufillo a moral reprimida y sin contrastar, se atreven a difamar el honor y la vida personal y profesional, y ello a pesar de una trayectoria laboral y docente impoluta, centrada en su origen con todo el esfuerzo personal y familiar en estudiar una Licenciatura de cinco años, preparar unas oposiciones durante cuatro años más a judicatura, impartir clases de Derecho Penal en la Universidad, estudiar dos Máster y un Doctorado.
Finalmente, siempre he considerado que el tiempo es inexorable y coloca a cada uno en su lugar, a la vez que como en el antiguo derecho natural, la ciudadanía tiene una inteligencia “per se” que la hace discernir lo bueno y positivo de lo falaz y negativo y por tanto a pesar de todo, en Albox los propios y foráneos construirán y/o construiremos la ciudad que merecen los vecinos de libertad, derechos, igualdad, respeto y también hospitalidad, reconociendo a quienes han traído el agua, la seguridad, los servicios y la dignidad a este gran pueblo. “Nemo potest mutare consilium suum in alterius iniuriam”: (nadie puede convertir su conducta en daño para otro)