Un día de frío y de lluvia
“¿Por qué Rajoy no dimite igualmente al ser responsable de la presunta financiación B del Partido Popular?”
Dicen que cuando un periodista recurre a la televisión para argumentar sus artículos es que está acabado. Algo de eso me pasó ayer. Día gris en Aguadulce. Llovía. Para un friolero nato como yo, no basta el jersey invernal y la camisa de manga larga. Había que encender la chimenea, como hicieron nuestros antepasados. ¡Cuánto recuerdo infantil bajo la campana del hogar! Y así lo hice. Unos troncos de olivo que sobraron del año pasado y unas pastillas de encender el fuego vinieron como del cielo. Al calor natural de la leña seca, la vida es otra cosa, no le demos vueltas. Por muy antiguo que uno sea, la televisión es imprescindible en las casas. Y ayer fue un día de esos de mucho mirar el país que tenemos a través de la pantalla. Día de Gúrtel. En el Congreso un monográfico sobre la corrupción- La dimisión de Ana Mato ponía en un brete a Rajoy. Dicen que el presidente dejó caer a su ministra tan defendida para no hacer el ridículo con el discurso sobre las nuevas normas sobre la trasparencia. La oposición no se calló, claro está. Pedro Sánchez, Rosa Díez ; Cayo Lara y algunos más argumentaron por analogía. Si Ana Mato es señalada por el auto del juez Ruz como beneficiaria del dinero de Gúrtel “ a título lucrativo” ¿por qué Rajoy no dimite igualmente al ser responsable de la presunta financiación B del Partido Popular? La mayoría absoluta puede hasta con los más elementales principios de la lógica. Y así, Rajoy pudo dedicar muchos párrafos a una España que no es corrupta cien por cien. A los sumo está toreada por unos cuantos grupos que cada vez son menos. Tampoco hace falta, pienso yo, que la metástesis se reproduzca de norte a sur y de este a oeste. Con el millar de casos que ya conocemos vamos bien servidos. Creo que este asunto tendrá que dirimirse en las próximas eleccione porque hay, pese a todo, una diferencia de planteamiento. Como dijo Cayo Lara no son lo mismo unos cuantos casos esporádicos, lejos del núcleo de poder, que sea el propio núcleo el que se corrompe. En este sentido a Rajoy le va a ser muy difícil hablar de lucha contra corrupción con una credibilidad por los suelos, como le dan las encuestas.