Creo que a nuestra conciencia de cristianos, no son los Políticos ni los acuerdos tomados en las Cortes, los que tienen que dirigir nuestra conciencia o lo que es lo mismo el vivir con arreglo a lo que ella nos dicta. Cuando nos hemos preocupado de formarla con arreglo a las leyes Judeo-cristianas.

Preguntémonos y contestémonos con sinceridad, ¿pueden los Políticos aprobar leyes que van contra los valores mas dignos del ser humano? Pensemos si seriamos mas felices si Dios no existiera en nuestras vidas? ¿Cómo sería la vida sin esa concepción del hombre como Señor del Mundo tras ese dia sexto de la creación, en que después de crear el cielo y la tierra, la luz y las tinieblas separadas, el mar y la tierra creadas la bóveda de estrellas los árboles y los animales, Que sería del hombre sin Dios?. Para los cristianos tenemos todo, lo mas grande y hermoso, en la primera página de la Biblia, cuando nos dice que fuimos creados a Imagen y Semejanza de Dios”.

Hablamos de los Derechos humanos, sin darnos cuenta de que son solo eso “Humanos”, y olvidamos como Benedicto XV nos dejó dicho con la lucidez que le acompañaba cuando hablaba, “en última instancia los Derechos Humanos están fundados en Dios Creador el cual nos dio a cada uno la Inteligencia y la Libertad. Si prescindimos de esta base Ética los derechos humanos son frágiles porque carecen de fundamento sólido.

Los derechos humanos están por encima de cualquier Ley y constitución, tienen su origen en esa ley natural inscrita por Dios en la conciencia del hombre y de ahí se deriva todo lo demás, la dignidad de la persona humana, el derecho a la educación y la libertad religiosa y entre los mas importantes para nosotros los cristianos y judíos si lo somos de verdad. Un mundo sin Dios sería un mundo de tinieblas.