Apenas unas horas. Eso fue lo que duró en pie el primero de los monolitos colocados por el Ayuntamiento dentro de su proyecto de señalización de los lugares de rodaje de importantes películas en nuestra ciudad. (Quizás hayan visto ya alguno de los que quedan vivos).

La pieza inaugural del proyecto se colocó el pasado viernes en la zona de San Cristóbal para recordar que por allí se rodó "Conan el Bárbaro" y ya figura en el catálogo municipal del escombro sobrevenido gracias a la coña de los bárbaros de guardia, que no perdieron el tiempo y fueron a derribarlo por si acaso el tema cuajaba y Almería podía presentar una iniciativa cultural aseada y atractiva. Eso jamás. Lamentablemente, la embestida irracional forma parte de los usos cotidianos de una vigilante recua de cabestros almerienses con dependencia emocional hacia la avería. Ya ven que no es la primera vez que dedico este espacio a denunciar acciones similares, pero creo que es necesario dedicar tiempo y atención a condenar la cochambre social que supone la permanente labor zapadora de toda esta gentuza y su indiferencia al esfuerzo y al gasto invertido en hacer mejor la ciudad de todos.

Sé que toda esta tribu de homínidos antecesores de cualquier hábito social no merece más que el desprecio, la sanción e incluso el vergajo, pero diré, copiando a Neruda, que podrán arrancar las flores pero no podrán parar la primavera.