Hace un mes falleció en Almería Baldomero Hermoso León, hombre muy conocido por sus muchos años dedicado a la hostelería. A lo largo de su trayectoria trabajó en cocinas tan prestigiosas como las del Restaurante Sevilla, el Baviera y el Alcázar. Unas semanas después de su muerte, su hija Raquel le dedica esta carta: “No es un adiós abuelo, es un hasta pronto, nos veremos. Nos veremos en el cielo, junto al Padre y junto a aquellos que un día también nos dejaron. El día 27 de mayo dejaste a tu familia muy triste, pero con el gozo y el consuelo de que estás en su presencia disfrutando de las cosas que Dios nos brinda. Le doy gracias a Dios por tu vida, por mi familia, que estar orgullosa de ti, de tu esfuerzo por sacarnos adelante, porque nunca has dejado que nos falte nada. Por tu disposición en ayudar en todo, y porque todo lo que hacías era con una sonrisa en tu cara bonita. Echaré de menos tu voz cuando me decías caporreta o cuando cantabas en la cocina del bar. Gracias por tu amor hacia mí, por regalarme tu tiempo cada vez que nos veíamos. Mi Baldomerico, has podido disfrutar de tus nietos como te merecías y ellos nunca te olvidarán. Siempre te echarán de menos y te amarán por siempre. Hasta pronto mi valiente.