Jordi Savall, la improvisación de la música antigua que ilumina al Jazz

El gran maestro de la ‘viola da gamba’ actuará el lunes en Clasijazz en un concierto a trio

Víctor Navarro
19:56 • 17 feb. 2024

Hace años que conservo en la cómoda de mi dormitorio un objeto que cuido como oro en paño. Una bufanda roja con una dedicatoria que versa: “Para Víctor de Jordi Savall”. Aquella firma se realizó entre bastidores en un concierto en Madrid. La primera vez que vi al gran maestro de la música antigua y a su imponente grupo Hesperion XXI. A sabiendas de que Savall acostumbra a subir al escenario con un fular bermejo, llevar una bufanda similar me pareció una apropiada manera de rendirle homenaje. Lo que no sabía en el aquel entonces es que podría volver a ver al maestro en Almería, en Clasijazz, el lunes 19 de enero a partir de las 20:00 horas.



Señor Savall, ¿Qué vamos a encontrar en Folías y Romanescas?



Es un programa que se sitúa de lleno en la esencia misma de la creación musical. Este recital con músicas del Renacimiento y el Barroco refleja muy bien la evolución del lenguaje musical desde la independencia de la escritura para los instrumentos. Con los temas de ‘La Folía’ y  ‘Romanesca’ (danzas) se desarrolla un arte que influirá en la evolución de la composición musical durante siglos: la variación. Entre otras, habrá obras de Diego Ortiz (Recercadas), un compositor español que trabajó en la corte de Nápoles y fue el primero que publicó música instrumental para ‘viola da gamba’. Él escribió un tratado para enseñar cómo hacer variaciones. Es la primera base que muestra qué camino hay que seguir para hacer música instrumental e improvisar sobre 'bajo obstinado'. De aquí nace lo que después deberá ser Bach, Mozart, Beethoven, etc. El lenguaje musical antes de esto era tocar canciones e improvisar sobre ellas.



Si en el Renacimiento y en el Barroco ya se improvisaba, se deduce que la música de los siglos XV al XVII está muy próxima al Jazz...



La improvisación es anterior a la escritura, como la palabra. Antes se improvisaba haciendo poemas antes de escribirlos porque el lenguaje oral es anterior al lenguaje escrito. En la música también. Es después cuando llegamos al dodecafonismo cuando se crea un lenguaje muy estructurado donde ya no se puede improvisar, pero incluso Liszt improvisaba. Fue un gran improvisador. Todos los grandes maestros de la música, desde el Medievo, eran improvisadores antes de ser compositores.



¿Por qué se perdió ese arte en la música académica? 



Justamente porque se codifica el lenguaje. Esto se perdió en el momento en el que la música culta se separa de la popular y pasa a ser escrita. En la música popular la improvisación se mantiene. Yo trabajo con grupos de Sudamérica que hacen música tradicional, y ellos improvisan las coplas de una canción en medio del concierto. Con la codificación se perdió la espontaneidad.



¿Cree usted que para que alguien se inicie en la música antigua debe asistir a un concierto antes que escuchar un album?

El concierto siempre tiene de bello que es algo inmediato, y algo espiritual y físico. Siempre es lo mejor. Pero una buena grabación hecha con toda la riqueza del momento te permite imaginar tu propia experiencia y desarrollar tu nivel personal.


¿Qué instrumentos trae Hespèrion XXI a Clasijazz?

Xavier Díaz-Latorre traerá una guitarra barroca y una tiorba; Pedro Estevan trae diferentes percusiones, como tambores o panderetas, y yo traigo una viola soprano construida en Londres en torno a 1690 y una viola baja de 6 cuerdas hecha en Venecia en 1553 por el luthier Pellegrino Zanetti. Son instrumentos con un sonido increíble y único. La viola baja que traigo es la ‘viola da gamba’ más antigua del mundo que se encuentra en activo.


Dicen que es un instrumento que puede expresar todos los tonos de la voz humana. 

Efectivamente, tiene una calidad de sonido muy parecida a la voz. Con la ‘viola de gamba’ puedes susurrar al oído de una persona. Para cantar y expresar la belleza y la emoción es un instrumento con una calidad increíblemente sutil. Yo digo siempre que la ‘viola da gamba’ es la hija nacida de un casamiento entre el laúd medieval y la fídula medieval. Con ella puedes tocar acordes, melodía, ‘pizzicato’. Y al tener las cuerdas de tripa y un arco muy flexible puedes hacer maravillas.


El lunes vamos a encontrar música europea y del periodo virreinal de los territorios americanos. La música es un puente de cultura. 

La música es el mejor remedio emocional. La mayoría de las canciones populares que se han conservado sirvieron para que la gente pudiera sobrevivir a las dificultades de la vida. Cuando cantas o cuando tocas, la música te ayuda a ser más feliz. Esto es un hecho demostrado. Cantar y tocar juntos es una de las cosas más maravillosas que se pueden hacer en la vida porque comunicas con el corazón de las personas. Las canciones más bellas del repertorio sefardí se conservan desde hace 500 años porque estas personas necesitaban de su música para sobrellevar la expulsión de España. Las canciones de la cultura armenia son las más bellas jamás escritas porque han sido un pueblo perseguido y con la música curaban sus heridas. Los irlandeses se morían de hambre y tuvieron que emigrar a EE.UU. y trabajar duramente. Las ‘gigas’ y los ‘reels’ les ayudaba a sobrevivir. La música es un bálsamo para el corazón, para la melancolía y la tristeza, y también es una fuente de alegría porque nos une.


Con 82 años y 230 discos ¿Qué le falta a Jordi Savall por explorar y descubrir?

Siempre hay cosas que son posibles de investigar. Después del concierto de Almería, haremos La Pasión según San Juan o la Ruta de la Esclavitud a través de la música que va desde Sevilla y Canarias hasta el Mar del Caribe, que es un mar lleno de música y tragedias. Recorrer la historia tras la música es una forma maravillosa de conocer la historia y de vivir lo que las músicas nos hacen sentir. La edad es cuestión relativa si uno tiene ilusión en la vida.


La música es el alimento del alma.

Absolutamente. Del alma y del físico.


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