Mascarillas en la playa: Gobierno y autonomías deciden ahora revisar la norma

Sanidad y las comunidades volverán a analizar la ley de ‘nueva normalidad’ la semana que viene

Gente con mascarillas en la playa valenciana de La Malvarrosa, en el primer día de obligatoriedad.
Gente con mascarillas en la playa valenciana de La Malvarrosa, en el primer día de obligatoriedad. Europa Press
Europa Press
18:09 • 31 mar. 2021 / actualizado a las 18:21 • 31 mar. 2021

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha anunciado que el Ministerio y las comunidades autónomas han pactado revisar la ley de 'nueva normalidad', que establece el uso obligatorio de la mascarilla a pesar de poder mantener la distancia de seguridad.



En rueda de prensa tras la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), la ministra ha avanzado que se realizará una revisión técnica de esta medida para plantear propuestas en la reunión del CISNS de la semana que viene, con el objetivo de "homogeneizar" la norma en todas las comunidades autónomas.



Por ejemplo, Baleares ya ha decidido que el uso de la mascarilla no será obligatorio en las playas siempre que haya distancia, se esté con un único grupo de convivencia o para tomar el sol. Sin embargo, la mascarilla sí se deberá llevar si se está en la playa en una reunión, como máximo de seis personas, con otro grupo de convivencia. En Valencia, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado que cree que en espacios con las playas no debería ser necesario el uso de la mascarilla, porque -según ha dicho- "hay estudios que dicen que es un espacio seguro". Y Canarias seguirá como hasta ahora: en las playas y piscinas se excluye la obligación del uso de la mascarilla durante el baño y mientras se permanezca en un espacio determinado, sin desplazarse, y siempre que se pueda garantizar el respeto de la distancia de seguridad interpersonal entre todas las personas usuarias no convivientes.


El texto de la ley, publicada este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y que ha entrado en vigor este miércoles, recoge que se mantiene, hasta el fin de la pandemia, la obligación para las personas a partir de los seis años de usar mascarilla en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, incluso aunque se mantenga la distancia de seguridad de 1,5 metros.



En cualquier caso, la mascarilla no será exigible para las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla o que, por su situación de discapacidad o dependencia, no dispongan de autonomía para quitarse la mascarilla, o bien presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización.



Ante la controversia que ha generado la medida, Darias ha defendido "ver si es posible, en el margen legal", realizar una "armonización y contextualización" de la norma que "permita tener un margen de actuación". En concreto, según la ministra, se va a trabajar "en elaborar unos criterios técnicos de aplicación de la ley", dentro del margen que deje la norma.



"Espero que en ese margen de actuación podamos encontrar un espacio para poder aplicar esta ley de la manera más armonizada posible y, sobre todo, contextualizado. Desde que se aprobó el real decreto hasta la tramitación de la ley ha transcurrido mucho tiempo y puede que sea necesario intentar buscar en el margen del marco legal una actuación contextualizada", ha insistido al respecto.



La ministra ha admitido que algunas comunidades autónomas tienen "distinta normativa", por lo que resulta "muy importante homogeneizar y contextualizar" de nuevo la ley. La consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, ha defendido en la rueda de prensa que la redacción de la ley de 'nueva normalidad' es "similar" a la de CyL. "Tenemos que llegar a acuerdos y que sean lo más técnicos y sustanciados posible", ha argumentado.



¿Qué dice la OCU?

Ante la reciente publicación en el BOE de la Ley 2/2021, de 29 de marzo, "de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19", la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) considera que el endurecimiento del uso de las mascarillas cuando no resulta necesario puede ser "contraproducente".


La nueva norma establece a nivel estatal la obligatoriedad, ya vigente por normativa autonómica, de que todas las personas de seis años en adelante usen también mascarilla en la vía pública y en espacios al aire libre sin introducir la matización de que ello se haga si no es posible mantener la distancia de seguridad, lo que supone para OCU "un paso innecesario".


Según la organización, las autoridades sanitarias deben informar correctamente a la población y explicar las razones existentes detrás de cada medida coercitiva o que limite la libertad de los ciudadanos, así como establecer una adecuada proporcionalidad.


Teniendo en cuenta que existe un consenso en que la covid-19 se transmite fundamentalmente por vía respiratoria y a corta distancia entre personas que, sin respetar la distancia física, mantienen una interacción de al menos unos pocos minutos y sin mascarilla, OCU considera coherente el establecimiento de medidas de mantenimiento de la distancia física entre las personas no convivientes y el uso de mascarillas cuando no sea posible hacerlo.


También la ventilación de los espacios cerrados y las restricciones de aforo son medidas básicas, ya que también se considera posible la transmisión por vía aérea a través de los aerosoles de más pequeño tamaño que quedan en suspensión un tiempo prolongado en el aire, especialmente en espacios mal ventilados con alta concentración de personas.


Sin embargo, ante la situación de cansancio psicológico y volumen de impactos informativos contradictorios a los que se han visto sometidos los ciudadanos, OCU considera importante priorizar las medidas que siguen siendo fundamentales. "Obligar a una medida en circunstancias en las que es innecesaria (en espacios al aire libre donde la distancia de seguridad puede estar garantizada) puede incluso desembocar en un hartazgo que, por extensión, haga que se deje de respetar en aquellas situaciones en las que sigue siendo muy necesaria", afirman.



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