Auge sin precedentes en las casas de comida para llevar en Almería

Ya funcionan en la capital medio centenar de establecimientos y la demanda no para de crecer

Cada día se forman colas para comprar el menú diario en establecimientos como, en este caso, Cocinarte.
Cada día se forman colas para comprar el menú diario en establecimientos como, en este caso, Cocinarte.
Antonio Fernández
08:22 • 27 jun. 2023

Las empresas que se dedican a la elaboración y venta de comidas preparadas están aumentando de una forma exponencial en Almería, tanto en la capital como en la mayor parte de los grandes núcleos de población de la provincia. Aunque no hay una estadística específica, se calcula que en estos momentos al menos medio centenar de empresas se dedican a esta actividad.



Las más populares, que poco a poco se han abierto un hueco en la mayor parte de los barrios de la capital, son las que ofrecen como primeros platos comidas tradicionales, desde el cocido a las lentejas, los potajes del tipo de las acelgas ‘esparragás’ o las clásicas migas almerienses.



Llevar a casa



No son estrictamente casas de ‘comida a domicilio’, aunque la mayoría de ellas ofrecen de forma complementaria ese servicio por uno o dos euros más por menú, sino aquellas a las que acuden los clientes para llevarse su comida diaria.



Una clientela entre la que abundan las personas mayores, funcionarios con horarios que concluyen pasadas las tres de la tarde, estudiante o profesionales que no disponen de tiempo suficiente para dedicarse cada día a preparar su propia comida, según señalan las empresas de este cada vez más importante sector almeriense de la restauración.



Variedad



Si a este tipo de establecimientos se les suman los establecimientos especializados, que abarcan desde las hamburgueserías, pizzerías, comida china, japonesa, americana, mexicana, italiana, saludable o india, entre otras, el número de empresas se eleva muy por encima del centenar.



A esa oferta de comidas para llevar a casa se han sumado en los últimos años restaurantes convencionales, los de varios de los hoteles de la capital e incluso establecimientos específicos para determinados sectores en los que se puede adquirir un menú diario por precios muy competitivos.


Es el caso del restaurante de la Universidad de Almería, el de la residencia universitaria Civitas o algunas de las residencias de la tercera edad que gestionan sus propios restaurantes, como es el caso de la situada en la Avenida Cabo de Gata.


Precios ajustados

La mayor parte de los menús que se ofrecen en este tipo de establecimientos incluyen un primer y un segundo plato y se completan con un postre, en la mayoría de los casos ‘de la casa’. Para los clientes esos menús oscilan entre los siete y los nueve euros.


La ventaja que aportan es que, en casi todos los puntos de venta, con uno de esos menús pueden comer dos personas, por lo que el coste se puede considerar muy ajustado, “incluso por menos dinero que el que nos costaría cocinar esos mismos platos en casa”, comenta una usuaria de este tipo de establecimientos.


Todos ellos constituyen un nuevo servicio, ajustado a la realidad de la ajetreada vida actual, pero también a la búsqueda de la mejor forma de ‘comer bien’ sin tener que pasar largas horas en la cocina. Lógicamente tiene sus detractores, los que opinan que con esta moda de comprar la comida diaria en estos establecimientos puede acabar con la cultura gastronómica, “claro que es mejor que recurrir a la comida basura”, reconocen.


En aumento desde hace dos décadas

Una de las primeras casas de comida para llevar que se abrieron en Almería fue La Juaida, creada por Enrique López, que se trajo la idea de Las Palmas de Gran Canaria hace más de dos décadas. A partir de esa experiencia, a todas luces un éxito, fueron emergiendo otras empresas como el Asador de Los Sánchez, en la Rambla Federico García Lorca, o el Asador Sáez, en la zona de Torrecárdenas y en la calle Artés de Arcos, el Comebien, o Como en Casa, nacida de la iniciativa de Trinidad Sánchez Guirado, inspirada por la  falta de tiempo para comer bien. Y apostó por elaborar comida casera, con productos de cercanía, sin aditivos y cocinada a diario para atender a la zona centro desde la Plaza de San Sebastián.


Fueron los pioneros y a ellos se han ido sumando cada vez más emprendedores cuyos establecimientos, a veces una simple ventana abierta a la calle, ofrecen la posibilidad de comer caliente cada día sin usar sus cocinas.



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