“Por un momento malo no voy a dejar de creer en el Almería”

Sobresaliente. Así ha sido la rueda de prensa de Maximiano en la sala de prensa del Estadio de los Juegos Mediterráneos. El portero portugués dice las cosas como las siente y ha dejado un buen número de titulares.

"El Girona está haciendo un año histórico. Están en esa posición por méritos propios y será difícil sacarlo adelante con nuestras armas. Lo encaramos como todos los otros", ha sido su primer mensaje. 

"Desde mi punto de vista veo a todos los rivales iguales porque todos los partidos son difíciles y nunca sabes lo que va a pasar. Hay que afrontarlo con ganas y concentración. Será un partido muy duro, pero como el siguiente y el otro", recuerda.

Sincero

"No puedo mentir, la situación es muy complicada para mí y para todos porque tenemos muchas ganas de conseguir ganar, pero pasan las semanas y los partidos y no lo conseguimos. Es muy duro, pero la vida se trata de saltar obstáculos y de desafíos".

El vestuario no tira la toalla: "No hay que bajar los brazos, somos profesionales del fútbol y tenemos que afrontar cada día con el 100% de ganas. Por pasar un momento malo no voy a dejar de disfrutar entrenando o jugando".

"A veces las cosas no salen como quieres y te pones mucha responsabilidad en la cabeza. Hago mucho eso y al final te pones de más. Me sirvió para relajarme un poco y ver la realidad de las cosas para seguir mi camino. El míster me dio otra oportunidad", dice el portero del Almería. 

Futuro

"De la parte de mi situación no me muevo yo, para saber cómo fue el negocio hay que hablar con la directiva. Yo estoy con todo y veremos lo que pasa", afirma.

"Cada jugador tiene una cabeza diferente, pero como profesionales debemos afrontar las dificultades. En algún momento de nuestras carreras las vamos a tener y hay que saber lidiar con eso y salir adelante. He trabajado la cabeza, mi mente, para cambiar algunas cosas", explica y desvela: "Trabajamos el cuerpo, pero la mente también hay que trabajarla. Yo lo hice y me ha ayudado mucho".

El delantero colombiano está casi a punto: "Es bueno que Luis Suárez se recupere lo antes posible para ayudarnos. El equipo cree y sabe que puede sacar esto adelante si empezamos a ganar. Lo decimos hace tiempo pero ya se tiene que ganar sí o sí. Si enganchamos un par de victorias todo puede cambiar rápido".

"Cuando pita el árbitro, son once contra once e independientemente de la situación que estés, lo que viene de atrás no cuenta ya en el fútbol. Es una nueva oportunidad de hacer bien las cosas, no importa si lo has hecho mal antes", argumenta.

Ayuda

También ha dicho: "Por mi cuenta he trabajado con una persona, no un psicólogo que te va a decir que eres el mejor del mundo, sino alguien que te hace ver que es normal tener esos sentimientos. Tienes que saber lidiar con eso, aprender y conocer tu cabeza, el autoconocimiento".

La defensa es un coladero: "Si somos el equipo más goleado es porque algo no estamos haciendo bien. Tenemos que ser más contundentes y estar más concentrados a balón parado. Concedemos muchas ocasiones así y en Primera lo pagas. Si cada uno lo hiciera como tiene que hacer no estaríamos ahí".

"Por un momento malo no voy a dejar de creer en que las cosas pueden salir bien. Quedan 19 jornadas, hay muchas posibilidades y hay que seguir. Tenemos suerte por tener este trabajo y hay que saber convivir con la dificultad. Si hacemos bien las cosas lo sacaremos", aclara.

"Algunas lagunas se notan en el día a día. El ejemplo del balón parado. Es normal que se te anticipe la marca, ataque mejor el balón o salte más. Lo que a este nivel no está bien es que te olvides de tu marca, eso es concentración. No es una cuestión de fallo". Más claro, imposible. "Que alguien falle un pase es normal en el fútbol, lo que no es normal es que el míster te diga una orden y no la cumplas", dice.

Vive el presente: "Me gusta encarar los partidos sin pensar en el pasado, haya hecho un buen partido o no. Cuando estás en una situación complicada dentro lo sientes. Tu mente te dice otra vez. Al final es normal que te afecte. Seguimos unidos en el vestuario, el grupo es muy bueno".

Desvela que "he leído muchas cosas, pero cuando llego a casa no miro a mi mujer del mismo modo que si hubiéramos ganado. La gente sufre, obviamente, pero nosotros más porque es nuestro trabajo y hay que mirar a la familia y decir si lo has hecho bien, viviendo lejos de casa".